Un amigo del joven que quedó en silla de ruedas con 22 años tras un accidente laboral en Alicante ha ratificado este jueves ante la magistrada que la víctima trabajaba para el empresario investigado. Una declaración que contradice a la del patrón que negó ante el juzgado y que aseguró que solo le presentaba a clientes. Este testigo es uno de los mejores amigos de la víctima, con quien llegó a España desde Venezuela meses atrás y es la persona que se está haciendo cargo de él desde que se encuentra ingresado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo por la lesión medular que sufrió tras la caída.

El juzgado de Instrucción número tres de Alicante investiga este accidente laboral ocurrido el pasado mes de mayo durante los trabajos de instalación del sistema de aire acondicionado en un taller de Alicante. Para este viernes estaban citados dos amigos de la víctima, así como el responsable del taller donde ocurrió el accidente. Solo declaró el amigo de la víctima y los otros dos no comparecieron. El segundo de ellos se consideraba de interés para profundizar en si existía o no relación laboral con el imputado y, al parecer, se encontraría fuera de España por motivos de trabajo. El juzgado volverá a citarle nuevamente para que comparezca.

Al empresario se le imputan un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones graves por imprudencia.

El presunto empleador de la víctima ha negado cualquier tipo de vinculación laboral y que solo le trasladaba como un favor para presentarle posibles clientes y suministradores de material. El amigo más cercano de la víctima compareció este viernes para sostener ante la juez que la relación laboral existía. Como ha venido publicando este diario, el joven accidentado no tenía papeles, ni formación en materia de prevención de riesgos y por el que cobraba 30 euros al día.

El único testigo que ha comparecido lo hizo desde Móstoles por videoconferencia. El amigo de la víctima aseguró que el investigado le recogía cada mañana en una furgoneta de color blanco para ir a trabajar y que lo hacía en calidad de jefe. La cita para ir al trabajo era en la Plaza de Toros de Alicante o en la calle Sevilla. El testigo ha ratificado que fue el propio empresario quien le llamó el día del accidente para decirle que Diego estaba en el hospital, pero que no fuera porque no se podía entrar a causa del covid. Pero nada más colgar, le llamaron desde el propio hospital al testigo para reclamarle el pago de los gastos. A continuación, llamó al empresario para explicarle lo que pasaba, momento en el que se dieron cuenta de que se iba a desentender y no se iba a hacer cargo. El empresario empezó a contar entonces que él solo lo encontró malherido en la calle arrastrándose hasta la furgoneta y que lo trasladó hasta el hospital.

El accidente ocurrió a mediados del pasado mes de mayo cuando la víctima se cayó durante la instalación de un aparato de aire acondicionado desde lo alto de una escalera de tijera que, a su vez, estaba colocada sobre otra escalera de obra, siguiendo las indicaciones de su jefe, según relató en su día el trabajador. La reacción del patrón fue la de evitar llamar a la ambulancia, cogiéndole en brazos y llevándole con la furgoneta hasta el hospital.

Accidente doméstico

Aunque en el camino, pasaron por la casa de la víctima para coger su pasaporte, una maniobra que se interpreta como un intento de tratar de hacer pasar los hechos como un accidente doméstico, que se había caído en casa mientras instalaba un televisor. En un primer momento fue lo que dijo el perjudicado a la Policía. Sin embargo, cuando vieron que el patrón se iba a desentender, acabó revelando lo que realmente pasó.