Herido grave un guardia civil tras ser arrollado por un coche en El Moralet

El conductor, un joven de 19 años que al final fue detenido, se dio a la fuga cuando los agentes requirieron que se identificara

Varios agentes de la Guardia Civil durante una operación en El Moralet que acabó con varios heridos en marzo de este año.

Varios agentes de la Guardia Civil durante una operación en El Moralet que acabó con varios heridos en marzo de este año. / INFORMACIÓN

Un agente de la Guardia Civil de San Vicente del Raspeig resultó atropellado a últimas horas de este pasado domingo cuando realizaba, junto con otras patrullas de ese puesto, un servicio de prevención contra los delitos de robo en la partida El Moralet (Alicante). El agente, que resultó herido de gravedad, fue arrollado cuando se disponía a identificar al ocupante de un vehículo que se encontraba estacionado en una calle de la citada partida con las luces apagadas, lo que había levantando las sospechas de los vecinos que dieron aviso a la Guardia Civil ante el temor de que sus intenciones fueran las de entrar a robar en alguna de las viviendas de este núcleo urbano.

Varias patrullas de la Guardia Civil del puesto principal de San Vicente del Raspeig, que se encontraban en la zona realizando precisamente un operativo de prevención de robos, se desplazaron hasta el lugar indicado por el ciudadano que dio el aviso mientras que dos efectivos del Área de Investigación, que circulaban en un vehículo oficial camuflado, localizaron un turismo cuyas características se correspondían con la descripción que había realizando al vecino. Acto seguido, uno de los dos guardias, que llevaba puesto el chaleco identificativo con serigrafía reflectante, se bajó del vehículo oficial y se aproximó a pie hasta el turismo, que se encontraba parado, según informan fuentes oficiales.

Golpe y arrastre

Tras identificarse claramente como agente de la Guardia Civil, se le pido al único ocupante, que se encontraba en el asiento del conductor, que se identificara. Sin embargo, en vez de proceder a hacerlo, emprendió la huida golpeando al agente y arrastrándolo unos metros hasta caer inconsciente al suelo para, a continuación, darse a la fuga. Otra patrulla de la Guardia Civil del mismo puesto que se encontraba en las inmediaciones inició de inmediato el seguimiento del turismo que se acababa de dar a la fuga, para lo que hizo uso de las de las señales luminosas y acústicas, siguiendo al vehículo hasta conseguir interceptarlo y detener a su conductor. Se trata de un hombre de nacionalidad española de 19 años al que, a raíz de esto hechos, se le imputan los delitos de atentado a agente de la autoridad, omisión del deber de socorro y lesiones graves. De momento se desconocen las causas por las que se dio a la fuga. El Equipo de Policía Judicial del puesto de San Vicente se encuentra investigando los hechos para determinar las circunstancias que le llevaron a actuar de ese modo sin detenerse siquiera cuando vio que con su acción estaba poniendo en peligro la vida de una persona. Mientras tanto, el compañero de agente que acababa de ser atropellado, y que había quedado tendido en el suelo inconsciente y herido de gravedad, dio aviso a los servicios sanitarios, que una vez personados en el lugar de los hechos trasladaron al agente hasta un hospital, donde fue intervenido e ingresado posteriormente en la Unidad de Cuidados Intensivos con pronóstico reservado. Los hechos han sido denunciados por la Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC), que reclama medidas por parte del Ministerio del Interior y el Ejecutivo para proteger la integridad de los agentes. La asociación exige un cambio en la legislación para brindar una mayor protección legal a sus miembros, equiparando su estatus legal al de otras profesiones de riesgo, como los legisladores, médicos y profesores. Desde la AEGC se destaca la falta de un protocolo claro para enfrentar diversas situaciones de agresión, lo que deja a los agentes sin protección legal y vulnerables a posibles acusaciones por parte de los agresores, y demandan más material, como pistolas tasser y chalecos que, según informan, «siguen siendo comunitarios».