Condenan a un indigente por dejar morir a su perro encerrado en un coche en Alicante

El procesado estaba en la Comisaría de Alicante por otros hechos y la Fiscalía consideraba que debería haber alertado a la Policía de que había perros en su vehículo cuando fue arrestado

El hombre se ha declarado culpable

Policías en la zona donde ocurrieron los hechos en una imagen de archivo.

Policías en la zona donde ocurrieron los hechos en una imagen de archivo. / Axel Álvarez

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Mientras estaba detenido en los calabozos de la Comisaría Provincial de Alicante, sus perros agonizaban en el interior de su coche y sufriendo los rigores del calor en pleno mes de julio en la playa de la Albufereta. El procesado no alertó a ninguno de los agentes de que dentro del vehículo había animales. Fue un vecino de la zona el que detectó que se encontraban en condiciones lamentables y alertó a las Fuerzas de Seguridad, que rescataron a dos perros del interior del vehículo. Sin embargo, fue demasiado tarde para uno de ellos, que acabó muriendo como consecuencia de un golpe de calor. Dentro del turismo se alcanzaron temperaturas que oscilaban entre los 30 y los 31 grados.

Un juzgado de lo Penal de Alicante acaba de condenar al propietario de los ambos perros por dos delitos de maltrato animal a penas que suman nueve meses de prisión. El fallo le inhabilita también para la tenencia de animales o ejercer cualquier profesión relacionada con ellos durante tres años. El acusado, un indigente que vivía en el interior del coche, se ha declarado culpable en un juicio celebrado el pasado mes de abril tras cerrarse un acuerdo entre su defensa y la Fiscalía. La sentencia es firme y contra ellas no hay posibilidad de recurso alguno. La pena de prisión ha quedado suspendida, con la condición de que no vuelva a delinquir en los próximos cinco años. En caso de no cumplir, el beneficio penitenciario podría ser revocado y tendría que entrar en la cárcel a cumplir la condena, recalca la resolución.

Los hechos ocurrieron a finales de julio de 2020 en el aparcamiento al aire libre que hay en la calle Sol Naciente de la Albufereta. El procesado había dejado estacionado su automóvil en el solar con dos perros en el interior atados a los asientos traseros, a pesar de las altas temperaturas. El 30 de julio a las once de la mañana un vecino alertó del estado lamentable en el que se encontraban los dos animales y llamó a la Policía. Los agentes lograron rescatar a los dos perros, que estaban uno encima del otro por la falta de espacio suficiente para moverse, ya que el vehículo estaba lleno de enseres.

Entre orines, comida podrida y ropa sucia

Un olor nauseabundo, con hedores a comida podrida, heces y orines de los propios perros, así como de ropa sucia. Así describe la sentencia el interior del coche donde permanecían encerrados los dos perros, y que estaba abarrotada de maletas en los asientos que llegaban hasta el techo y que dificultaban que los animales pudieran moverse en el interior. Estas condiciones bastaban para la acusación de maltrato animal.

Los agentes estuvieron tratando de localizar al dueño del vehículo encontrándose con que éste estaba en los calabozos de la Comisaría Provincial al haber sido detenido por otros hechos distintos. La Fiscalía consideraba que éste debería al menos haber alertado a los agentes de que había animales en el interior del turismo, algo que hubiera podido evitar la muerte de uno de los dos perros. El cachorro fallecido tenía entre cuatro y cinco meses y sufrió un golpe de calor a causa de las altas temperaturas, según el resultado de la necropsia. El otro perro, de ocho meses, logró salvarse, aunque los agentes le encontraron temblando, con gran excitación, jadeando fuertemente y tambaleándose sin apenas fuerzas para poder andar. Los dos perros carecían tanto de microchip como de pasaporte veterinario.

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