29 países firman una declaración conjunta sobre la seguridad de la inteligencia artificial

Un total de 29 países, entre los que sorprendentemente se encuentran China y Estados Unidos, han firmado en Londres una declaración genérica en la que se comprometen a establecer un mecanismo permanente de diálogo y coordinación para asegurar el desarrollo seguro y responsable de la inteligencia artificial.

Los días 1 y 2 de noviembre se celebró en Bletchley Park, el histórico lugar donde se descifraron los códigos nazis durante la Segunda Guerra Mundial, la primera cumbre mundial sobre la seguridad de la inteligencia artificial, una iniciativa pionera impulsada por el Reino Unido, que busca liderar el debate global sobre esta tecnología emergente y sus implicaciones.

Al finalizar el evento, los 29 países participantes, entre ellos España, firmaron una declaración conjunta en la que se comprometieron a adoptar una serie de principios y buenas prácticas para asegurar el desarrollo seguro y responsable de la inteligencia artificial.

La declaración conjunta reconoce el potencial de la inteligencia artificial para mejorar el bienestar humano y resolver los desafíos globales, pero también alerta sobre los riesgos de su mal uso o pérdida de control.

La declaración se enfoca en identificar los riesgos de interés común que plantea la inteligencia artificial, construir un entendimiento científico de los riesgos y desarrollar políticas transnacionales de mitigación de riesgos. La declaración también acuerda establecer un mecanismo permanente de diálogo y coordinación entre los distintos actores involucrados en este campo.

Nos preocupan especialmente los riesgos en ámbitos como la ciberseguridad y la biotecnología.

Declaración de Bletchley

IA de frontera

La cumbre se centró en la llamada "inteligencia artificial de frontera", es decir, los modelos avanzados de lenguaje natural que pueden generar textos, imágenes y sonidos a partir de grandes cantidades de datos sin control humano alguno.

Estos modelos tienen aplicaciones en diversos sectores como la educación, la salud, el comercio y la seguridad, pero también plantean desafíos técnicos, éticos y legales.

La cumbre abordó las capacidades y los riesgos de la inteligencia artificial de frontera, así como las políticas de seguridad de las empresas que desarrollan estos modelos. Los participantes debatieron también sobre los desafíos técnicos, éticos y legales que plantea esta tecnología, así como sobre las posibles medidas para mitigarlos. Entre ellas se mencionaron la transparencia, la auditoría, la supervisión humana, la rendición de cuentas y la cooperación internacional.

¿Queremos convertir a la IA en el Dios del siglo XXI?

La cumbre también decidió apoyar una red internacional de investigación científica sobre la seguridad de estos modelos, con la finalidad de garantizar una IA centrada en las personas, confiable y responsable que sea segura.

Agitación tecnológica

La cumbre se desarrolló en un contexto internacional marcado por la competencia y la cooperación entre los distintos actores involucrados en el ámbito de la inteligencia artificial.

Entre los asistentes a la cumbre se encontraban delegaciones de Estados Unidos, China, India, Francia, Alemania y Japón, así como representantes de empresas como Microsoft, Google, Facebook, Amazon y OpenAI.

También participaron organizaciones no gubernamentales como Human Rights Watch, Amnesty International y Oxfam, y centros de investigación como el Instituto Alan Turing, el Instituto Max Planck y el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Entre potencias

Estados Unidos es el principal aliado del Reino Unido en esta materia, y ambos países comparten una visión basada en lo que llaman valores democráticos y derechos humanos.

Estados Unidos ha anunciado recientemente una inversión de 6.000 millones de dólares para apoyar la investigación y la innovación en inteligencia artificial, y ha creado una oficina especial para coordinar las políticas relacionadas con esta tecnología.

China es el principal rival del Reino Unido y Estados Unidos en el campo de la inteligencia artificial. China es el país que más invierte y más avanza en el desarrollo y la aplicación de esta tecnología, especialmente en sectores como la seguridad, la salud, la educación y el comercio.

China tiene una visión diferente a la del Reino Unido y Estados Unidos sobre la ética y la gobernabilidad de la inteligencia artificial, y ha sido criticada por el uso de esta tecnología para fines de vigilancia y control social.

China ha aceptado participar en la cumbre mundial sobre la seguridad de la inteligencia artificial, pero ha expresado sus reservas sobre algunas de las propuestas del Reino Unido.

Otros agentes

Otros países que tienen un papel relevante en el ámbito de la inteligencia artificial son India, Francia, Alemania y Japón. Estos países tienen diferentes niveles de desarrollo e interés en esta tecnología, pero todos ellos reconocen su importancia estratégica y su potencial impacto social.

Estos países han mostrado su apoyo a la iniciativa del Reino Unido sobre la seguridad de la inteligencia artificial, y al firmar la declaración conjunta han expresado su voluntad de colaborar para establecer un marco común para el desarrollo y el uso seguro y responsable de esta tecnología.

Balance dudoso

El resultado de la cumbre ha generado diversas reacciones internacionales, tanto positivas como negativas. Algunos medios y expertos han valorado positivamente el esfuerzo del Reino Unido por impulsar un debate global sobre la seguridad de la inteligencia artificial, y han aplaudido el acuerdo firmado por los países participantes. Otros medios y expertos han cuestionado la efectividad y la legitimidad de la cumbre, y han señalado las limitaciones y los desafíos que plantea la implementación del acuerdo.

De todas formas, la cumbre mundial sobre la seguridad de la inteligencia artificial ha sido un evento sin precedentes que ha puesto sobre la mesa los riesgos y las oportunidades de esta tecnología emergente.

La cumbre ha demostrado que existe una voluntad de cooperación internacional para garantizar el desarrollo seguro y responsable de la inteligencia artificial, pero también que hay diferencias y tensiones entre los países involucrados.

La cumbre ha marcado un hito histórico, según el primer ministro británico, en el debate global sobre la inteligencia artificial, pero también ha dejado abiertas muchas preguntas y desafíos para el futuro.