Son más de 80 alumnos y alumnas, de primero a cuarto del grado de Fisioterapia. Algunos de ellos ya han disfrutado de esta experiencia. Para otros, será la primera ocasión en la que puedan interactuar con pacientes reales en situaciones reales. Esta es la esencia y el objetivo de la formación en fisioterapia deportiva que el alumnado desarrolla en diversas competiciones deportivas.
Además, en este caso, de carácter internacional: la Media Maratón de Elche, la más antigua del mundo, y el Torneo Internacional «Ultimate Frisbee, qué barbaridad». Los estudiantes, supervisados por los profesores Cristina Salar, Cristina Orts, Sergio Montero, Carlos Barrera y Javier Molina, han realizado masaje terapéutico, vendaje funcional y cuidados post competición.
Ya sea a atletas aficionados o deportistas profesionales, el grado de Fisioterapia del CEU interviene, desde hace más de 10 años, en diferentes competiciones. Desde triatlones hasta maratones o carreras populares, siempre atendiendo a los participantes al finalizar la prueba. Sobre todo, con masajes y tratamientos recuperatorios, que les ayudan a mejorar la sobrecarga muscular después de la carrera.
«Las competiciones deportivas a las que asisten los alumnos es una actividad oficial. Se incluye dentro de las actividades culturales, deportivas y solidarias que programa la CEU-UCH con su alumnado», asegura Cristina Orts, vicedecana del grado. Además, esta formación práctica in situ, con casos clínicos reales, forma parte de la programación de la titulación.
Y es que, a lo largo de los cuatro años de periplo universitario, el alumnado de Fisioterapia recibe diversas sesiones formativas más allá de las aulas. Estas les otorgan una capacitación especializada en diferentes ámbitos y distintas técnicas que les permitirán adentrarse en el mercado laboral con mayores expectativas. Sobre todo, porque la formación está enfocada a tratar a pacientes reales.
Formación específica desde primero de carrera
Al comienzo de la carrera, en primero, «se aprende las maniobras específicas para el tratamiento de masoterapia tras una competición. A partir del aprendizaje, durante el primer curso de grado, pueden participar en estos eventos deportivos», apunta la profesora Laura Fluxá. Y es con esta intervención cuando se inicia su formación en fisioterapia deportiva.
«De esta forma, tenemos que es el broche perfecto a todo el aprendizaje a nivel académico. Y, por otro lado, pueden distinguir, directamente, qué tipo de maniobras específicas son adecuadas para cuando se presenta una lesión, una sobrecarga, en el caso de una postcompetición», asegura Fluxá.
Para que los alumnos puedan participar en estos eventos deportivos el requisito es que hayan cursado la asignatura Principios Generales de Fisioterapia. En ella aprenden las técnicas de masoterapia. «Y trasladan esta formación al trabajo directo con los pacientes, en el entorno clínico adecuado. Realizan ya un abordaje directo con los pacientes. Y el hecho de que en estos eventos se encuentren acompañados por profesores, les otorga más confianza en el momento de hacer el abordaje con los pacientes», insiste Fluxá. «Porque los alumnos, realmente, lo que hacen es ir acompañados de profesores. Y los profesores, en caso de que se produzca una lesión en alguno de los competidores, serían los que directamente abordarían», advierte Orts.
Si esta formación en fisioterapia deportiva les permite practicar de forma real con deportistas, vivir el ambiente de una competición deportiva, también favorece el aprender a trabajar en equipo. «El estar mano a mano con el profesorado, aprendiendo directamente con casos clínicos reales», asegura el profesor Sergio Montero. «Es extremadamente divertido porque es un día de convivencia», señala Orts. Además, destaca la vicedecana, «para los alumnos internacionales es un punto de valor. Porque esa convivencia entre estudiantes españoles y extranjeros favorece la inmersión social y cultural de los que están en primero de grado».
La experiencia de los estudiantes
Todos los alumnos que han participado en estos eventos destacan, especialmente, dos cuestiones: el grado de aprendizaje y la posibilidad de convivir con otros compañeros en un entorno profesional. Para Malena Rodríguez, «no sólo para aplicar lo aprendido, sino también para practicar, adquirir sensibilidad en las manos. Y, a nivel general, para socializar, estar con tus compañeros en un entorno distinto y poder trabajar con ellos codo a codo». Algo en lo que coincide Manuel Montecino: «Incrementa el compañerismo, el respeto entre los compañeros, y hacer piña entre las diferentes promociones».
Otros, como Rubén Antón, ponen el foco en la experiencia de trabajar con pacientes reales. «Conocer cómo es el trato que requieren los pacientes, que no es lo mismo que estudiarlo en un aula que cuando te enfrentas a un caso real». De manera similar opina Fran Cremades, «porque en el día a día tenemos que tratar con pacientes y mejorar nuestra habilidad manual. Hemos de tener en cuenta muchos factores que influyen en el tratamiento del deportista». Al igual que él, opinan Bastien Muzyczka y Lucy Le Cudennec, de primero y segundo de Fisioterapia.
Además, los más de 80 alumnos y alumnas que han intervenido en estas competiciones internacionales han tenido la oportunidad de trabajar con pacientes internacionales. En los dos campeonatos había deportistas de Corea, Italia, Inglaterra, Finlandia o Etiopía, entre otras nacionalidades. Pero no sólo eso. Jeremy Chandre destaca, asimismo, que «por el tema del Covid no hemos podido hacer de forma presencial las prácticas de fisioterapia manual. Esto nos aporta todo lo que nos faltaba para estar más seguros».
