Los plenos municipales de Orihuela dejarán de extenderse al tener limitados los concejales el uso de la palabra a diez minutos repartidos en dos intervenciones de cinco y al reducir los ruegos y preguntas de los ediles a una por cada dos concejales siguiendo el principio de "proporcionalidad". Así lo estipula el nuevo reglamento orgánico del pleno municipal, que por primera vez recortará las intervenciones de los concejales, algo que no ha sido visto con buenos ojos por la oposición, especialmente por el edil de CLR, Joaquín Ezcurra, quien se convierte en el principal perjudicado de esta nueva normativa. Pese a que los grupos PSOE y Los Verdes defendieron ayer en una maratoniana comisión informativa que el reglamento no es el mejor, se mostraron dispuestos a aceptarlo, si bien esta decisión la trasladarán a una reunión de grupo. Por su parte, Ezcurra indicó que el reglamento es un "atentado a la libertad de expresión y a las libertades democráticas de los concejales". Este edil, que sólo podrá formular un ruego y una pregunta por pleno -Los Verdes dos y PSOE cuatro- dijo que la normativa pretende acallar las "voces críticas al PP". Anunció que impugnará el reglamento y explicó que el mismo le obligará a perder su grupo para pasarse al grupo mixto, aunque se respetarán sus derechos.