El Club Balonmano Torrevieja ha mostrado su indignación a consecuencia del desenlace del encuentro que el pasado martes les enfrentó contra el Ademar de León. En el último minuto, el cuadro visitante pidió tiempo muerto ante la reacción del equipo local, que se puso con sólo un gol de desventaja. En ese momento, el cronometrador oficial detuvo el tiempo, y a raíz de ese instante, el juego no tenía validez. Sin embargo, los colegiados no advirtieron que el tiempo estaba detenido, y dejaron seguir el juego, produciéndose una jugada en la que la posesión del balón pasó al Torrevieja, al que en teoría le quedaban los últimos segundos para intentar empatar un partido al rojo vivo. Aunque realmente dicha jugada no tuvo ninguna validez, ya que el tiempo estaba detenido, el entrenador visitante Jordi Ribera irrumpió en la mesa de control y dio un manotazo en ella protestando. Cabe recordar que Ribera no ocupaba el banquillo, sino que estaba fuera de él al estar sancionado para este encuentro, pero se acercó a escasa distancia de la cancha para dar dicho manotazo, y no siguió el juego desde la grada, sino desde un emplazamiento que da acceso directo al parqué del Infanta Cristina.

Esta airada reacción protagonizó un breve tumulto que a continuación se disolvió, y cuando los árbitros reanudaron el partido, rectificaron y dieron la posesión de balón al Ademar, ya que, efectivamente, la jugada anterior no había tenido validez. Los visitantes, aunque fallaron una pena máxima a su favor, sentenciaron a continuación. Los árbitros eludieron dicha situación y continuaron el partido sin tomar ningún tipo de medidas a pesar de los insultos proferidos por varios jugadores del Ademar al delegado de campo.

El Torrevieja se lamenta de la ausencia del delegado federativo, que en teoría tendría que tomar nota de estos incidentes según el club. Ribera, cuya acción fue reflejada en el acta, acudió a hablar con los árbitros para disculparse tras el partido. No obstante, los colegiados no reflejaron que, según el cronometrador oficial enviado por la federación valenciana, un miembro del plantel visitante insultó a dicho cronometrador durante la polémica, cuando aún no había transcurrido el encuentro y el Ademar sólo tenía un gol de ventaja.