Centenares de personas se agolparon ayer a los lados de las calles cercanas al Ayuntamiento, ignorando las amenazas del cielo, para no perderse el majestuoso paseo de caballos y carrozas, pobladas a su vez de jinetes, flamencos y flamencas luciendo, orgullosas, sus trajes de faralaes.

Minutos antes se concentraba la multitud frente a la Iglesia Arciprestal de la Inmaculada, templo que acogió a partir de las 12 horas la tradicional Misa Rociera cantada por el Coro Alba Rociera. No hubo tregua entre los actos de culto a la religión y a la "fiesta española", porque las casetas del recinto festero empezaron a servir bebida y comida por doquier bien pronto para un número de asistentes mayor al del resto de la semana. Los caballos no abandonaron el recinto hasta entrada la tarde y, como novedad, se ofrecieron exhibiciones ecuestres gratuitas y abiertas que gustaron a niños y mayores.

Programa de hoy

Hoy es el día grande y la última oportunidad de disfrutar de uno de los atractivos turísticos de la ciudad a nivel internacional, la Feria de Mayo, uno de los reclamos que mejor funcionan cada año para atraer visitantes a Torrevieja, especialmente extranjeros.

A las 12 horas se repetirá el acto más celebrado de ayer, una nueva concentración de caballistas en el recinto ferial y un pasacalles por céntricas vías de la ciudad. Acto seguido, comenzará en la plaza de toros portátil el verdadero espectáculo ecuestre profesional, esta vez con una entrada de tres euros.

La feria se clausurará por la noche con la presencia del alcalde, Pedro Hernández Mateo, y con la actuación del coro Serva la Bari, pero hasta entonces hay tiempo para visitar la treintena de casetas que aportan la música y la alegría a esta feria.

Entre ellas se encuentra la de Protección Civil y los servicios médicos, muestra del despliegue de seguridad, sanitario y de limpieza que ha permitido que las celebraciones se hayan llevado a cabo desde la inauguración del miércoles hasta hoy sin incidentes graves y que Torrevieja, llena de visitantes como correspondería a la temporada turística alta, pueda seguir funcionando con relativa normalidad más allá de los bailes y los volantes.