Las obras de reforma de la Iglesia de las Santas Justa y Rufina de Orihuela están adjudicadas definitivamente a la empresa Doalco y comenzarán en el mes de enero, según explicó ayer la concejala de Cultura, Pepa Ferrando, como una "magnífica" noticia para el año 2010 en Orihuela.

El Ayuntamiento de Orihuela ha recibido una solicitud de permiso de obra por parte de la Conselleria de Cultura, promotora de la actuación, que la administración local ha tramitado de forma urgente y la ha remitido a Valencia, según explicó ayer la concejala en rueda de prensa. Al margen de esa licencia tan solo resta como requisito final la firma del contrato.

Con este anuncio la edil disipa todas las dudas que desde hace años arrastra una actuación que calificó como "urgente" puesto que el deterioro del templo es estructural. De hecho el templo tuvo que cerrar sus puertas al culto hace tres meses al desprenderse varios cascotes de su interior. Tanto en las paredes externas como internas grandes grietas atraviesan el templo que además esta vallado en todo su perímetro desde hace años. Según explicó la concejala, los estudios realizados sobre la situación del edificio demuestran que se asentó sin realizar una excavación a gran profundidad. Este hecho y las constantes variaciones del nivel freático, situado a tan sólo seis metros de la superficie en esta zona de la ciudad, explica que la estructura "se resienta de esos cambios" y aparezcan los problemas de grietas, según las mismas fuentes. La inversión en reforzar la base de la iglesia rebasa los 627.000 euros y se emprenderá en un periodo de seis meses.

La que ahora se acomete "es una intervención difícil y compleja", de ámbito estructural admitió Ferrando. Se va a abordar, dijo, el recalce de la cimentación mediante un micropilotaje en el exterior levantando la solera de hormigón, con la extracción de tierras para ubicación de pilotes de 200 milímetros de diámetro y la ejecuación de rejillas de ventilación, entre otras actuaciones.

De cara al exterior

Ferrando quiso remarcar que se trata de una inversión que una vez finalizada no "se verá en el exterior" del templo de factura gótica levantado en el siglo XIV y donde se conmemora todos los años la conmoración festiva más importante de Orihuela, el Pájaro Oriol. En una segunda fase más identificable visualmente y que se centrará en la recuperación de los elementos artísticos que integran la iglesia. Con esta información Ferrando respondía aunque sin citarlo a las dudas expresadas por Los Verdes, quienes cuestionaron en estas páginas el retraso de las obras y sobre todo el hecho de que Ferrando las anunciara como inminentes hace tres meses para justificar el cierre del templo, que se produjo realmente por la caída de cascotes en el interior.

Palacio Episcopal

Por otra parte, Ferrando valoró como una noticia "muy positiva" que la Conselleria de Obras Públicas haya comenzado las obras de la última fase para adecuar el Palacio Episcopal como museo diocesano con una inversión de un millón de euros. El retraso de esta actuación había llevado meses atrás a la Diócesis ha plantearse concluir el proyecto en solitario.