Uno de los dos conductores que el lunes por la noche se enzarzaron en una violenta discusión en medio de una rotonda por un incidente de tráfico falleció ayer en el Hospital General de Alicante al no poder superar la gravedad de las heridas sufridas, según los datos recabados por este periódico. Como ayer publicó este diario, la Guardia Civil ha recuperado una navaja que supuestamente se utilizó en la reyerta, al parecer, por ambos contendiente en circunstancias que están pendientes de ser resueltas. El fallecido, de 38 años, es un madrileño que reside en Torrevieja y al que hoy se le practicará la autopsia para determinar las causas del óbito porque presentaba un fuerte traumatismo craneoencefálico, producto de golpearse el suelo contra la cabeza, así como algunos cortes ocasionados, al parecer, con la navaja. Algunos testigos han asegurado que el arma era del fallecido y que el otro implicado, un joven de 26 años, vecino de Ciudad Quesada, en Rojales,, accedió a ella después de que se la clavara en un pulmón y en la cara y que ésta se le quedara enganchada a su oponente. Este segundo implicado seguía ayer ingresado y vigilado en el Hospital de Torrevieja, aunque está fuera de peligro.

Los hechos ocurrieron sobre las 20.15 horas en la CV-905, en el tramo de enlace con la autopista Crevillent-Cartagena, en el término municipal de Rojales. Los conductores de los dos vehículos se enzarzaron en una discusión por una maniobra de uno de ellos y fueron adelantándose y frenando hasta llegar a la rotonda. Entonces, ambos pararon en el arcén y se bajaron de los vehículos para pasar de las palabras a las manos. Según la agencia Efe, en el transcurso de la pelea, el de 38 años, sacó un cuchillo y asestó varias puñaladas al otro (de 26 años) en la cara, torso y tórax, aunque antes de que pudiera continuar el arma blanca se quedó "incrustada" en el cuerpo del oponente.

Éste aprovechó esta circunstancia para coger el cuchillo y repeler la agresión. El primer conductor, tras ser herido con su propia arma, perdió el equilibrio y se dio un golpe en la cabeza que le causó un grave traumatismo craneoencefálico, motivo de su estado crítico y su traslado a Alicante donde falleció ayer.

"Gritaba: ¡Ayuda, ayuda!"

La Guardia Civil y la Policía Local lograron recabar en el lugar de los hechos la versión de varios testigos sobre lo sucedido. Uno de ellos aseguraba que uno de los implicados, al ver que el otro bajaba del coche con una navaja, comenzó a pedir ayuda a voz en grito.

Las patrullas que se acercaron al lugar tras recibir el servicio de emergencias del "112" varias llamadas pensaban que se trataba de un accidente de tráfico. Un conductor estaba inconsciente y el segundo herido, pero los dos turismos estaban aparcados e intactos. Sólo los testigos consiguieron aclarar qué era lo que había sucedido.