La Guardia Civil de Torrevieja investiga las circunstancias que rodean la extraña desaparición de un catamarán con base en un punto de amarre de un puerto deportivo de la ciudad, según confirmaron a este medio fuentes de la entidad náutica. La embarcación denominada Windy, de dimensiones importantes -una eslora 12,75 metros, una manga de 6,50 y un valor en el mercado ronda los 350.000 euros-, zarpó tripulada al menos por una persona que durante una semana se identificó en estas instalaciones deportivas como el hijo de su propietario.

El supuesto intruso no llegó a despertar sospechas entre el personal del puerto deportivo pues además de contar, aparentemente, con un juego de llaves de la embarcación desaparecida, utilizó varios de sus servicios e incluso, antes de hacerse a la mar, abonó una cantidad de dinero adeudada por el legítimo dueño de la embarcación, de origen británico y que ha denunciado los hechos al darse cuenta del insólito hueco dejado por el barco en el punto de amarre. Más anómalo todavía es el hecho de que el tripulante se hiciera con el gobierno del barco, en solitario, y saliese por la bocana del puerto sin dejar rastro.

Resulta normal en estas instalaciones náuticas, en este caso Marina Internacional, la utilización de barcos como viviendas habituales. Sus propietarios no salen a navegar y pasan largas estancias en Torrevieja, por lo cual no despierta sospechas el hecho de ver ocupada una embarcación por su dueño, tal y como comentaban fuentes del sector náutico tras este suceso.

A partir de la desaparición del catamarán todo son especulaciones e hipótesis que deberán ser despejadas por quienes investigan este caso, muy poco habitual en las instalaciones náutico deportivas de la ciudad.