Paco se asoma estos días a las obras que han puesto "pata arriba" once calles de Callosa de Segura y la Glorieta Municipal, en uno de los planes más ambiciosos de la concejalía de Urbanismo en esta legislatura para dar un cambio total al casco urbano e Histórico, haciéndolo más peatonal, más ciudadanos, con más vida. Paco roza los 50 y ya no se sube al andamio porque la crisis se lo ha engullido. Mira las obras y piensa, "¡quién pudiera estar allí¡". Como Paco hay 800 callosinos que este año se han apuntado a un proyecto del Ayuntamiento para intentar dar trabajo a los vecinos que más lo necesitan. El alcalde, Javier Pérez, se lamenta de que el grueso de los trabajos, por presupuesto, haya indico a grandes empresas y no se ha podido ayudar a las familias del pueblo que pasan necesidad. Las obras, sufragadas gracias al Plan E, han supuesto una de las inversiones más importantes porque suponen 1,4 millones de euros. Paco no tiene muchas ganas de hablar de sus problemas pero, como profesional de la cosntrucción, dice que la obra "está bien. El dinero que no se ve, el que está debajo de las calles, es el importante. De eso saben los políticos y aquí se están haciendo bien", insiste.

Francisco José Rodríguez Bernabéu, el concejal de Urbanismo, queda con este diario en el bar Joaquín para hablar del proyecto. El edil tarda porque los vecinos le dan el alto en cualquier esquina... y estas obras son ahora uno de sus principales quebraderos de cabeza. Reconoce, que tener buena parte del centro urbano "patas arriba" le come el tiempo. "La gente -dice- cuando te ve en la calle, te busca para quejarse de que si le han roto una loseta, que si no le gusta cómo ha quedado,... Todas las reparaciones se están haciendo a medida que los trabajos acaban".

Alegría

En la calle hay alegría, pero no por las obras, sino porque parece que ya están acabando. El edil asegura que a final de mes se podrán dar por finiquitadas porque ya han entrado en su tramo final.

"¡Por fin¡", comentan Fina, una vecina que está comprando el pan y vive en una de las calles afectadas, pegada al Ayuntamiento. Lo dice porque está cansada de "quitar polvo, de escuchar el rum-rum de las máquinas 0 el picoteo del taladro perforando las calles". El panadero, en cambio, se frota las manos porque le van a dejar "de lujo" la calle y el hombre, que tiene visión de futuro, está pensando en una reforma que ponga en valor su negocio, "ya del pan no se vive- suspira-. la bollería nos salva la cara y estas obras hacían falta".

Volviendo al concejal, Rodríguez Bernabéu reconoce que "cuando el Estado nos dio el dinero para las obras y nos dijo que teníamos un plazo corto para el proyecto y que se tenían que ejecutar cuanto antes nos pusimos las pilas. No lo vamos a negar, sacamos un proyecto que teníamos en el cajón porque, aunque no era imprescindible, sí muy necesario. Y es la Glorieta, que se ha quedado de lujo, hemos pasado a ganar un espacio emblemático, acabado con los problemas de accesibilidad y que ha multiplicado el número de bares por cinco, y vendrán más. El Ayuntamiento destaca que ha tenido que solventar con estas obras medio centenar de accesos a las cocheras. "Tenemos un casco antiguo unificado", define.

La Glorieta ha sido otro proyecto paralelo, que ha costado algo más de 709.000 euros. El Ayuntamiento, explica el edil, resolvió uno de sus grandes problemas, que era "dar una continuidad a la iluminación de forma que los vecinos y personas que vienen a Callosa comprueban cómo existe una luz cuando se acercan al barrio y otra, completamente distinta, en su interior. Hemos unificado todas las calles y farolas para que el entorno se embelleciera. María Pita, una vecina que va cargada con las compras por los alrededores de la Rambla Baja, dice que las farolas le gustan y, en general, cómo ha quedado todo, pero "ahora veremos si nos suben los impuestos para que lo paguemos nosotros". Otro comerciante está satisfecho y dice que "las obras son buenas. Duras de pasar, pero te dan vida. Aunque hay alguno que casi no pasará la crisis con tanto martillo a puerta de tu negocio, nadie entra". Su nombre es Ramón y cree que "después vendrá futuro. Estamos en vísperas de Semana Santa y la ciudad se va a adecentar. Al final será bueno para todos".

"Son caras y no hay sitio para aparcar"

El grupo municipal del PSOE de Callosa de Segura no está de acuerdo con cómo el equipo de gobierno del PP ha hecho estas importantes obras, "en nuestra opinión la calidad de los materiales son un despilfarro y no ha dado solución a los problemas de los vecinos de estas calles, pues siguen soportando olores en la calle Cervantes y en la calle Mayor, Abajo, Convento". Para los socialistas, además se creado un problema que no existía porque "se ha eliminando tal cantidad de aparcamientos que es insoportable para los vecinos. No tienen donde aparcar el coche, ni para ir a comer a su casa. Además, las espectativas de crear empleo con esta obra han sido extraordinariamente pocas. Los retrasos han perjudicado los intereses de muchos ciudadanos".