El aumento de robos y asaltos a viviendas de huerta, casas de aperos, almacenes o casetas de motores, así como de distintos productos hortofrutícolas en el municipio de Rojales, lo que se ha producido en los últimos meses, ha llevado a que la Jefatura de la Policía Local haya configurado un nuevo sistema de vigilancia con el objeto de incrementar su presencia en zonas rurales y evitar los hurtos. Las medidas ya en marcha pretenden ser una mejora del servicio cotidiano y extensión de las propias competencias que se vienen asignando en cada servicios de carácter ordinario en estas zonas afectadas, "con el claro objetivo de reforzar la seguridad de estas áreas", según explican desde la Jefatura.

Las medidas consisten en el incremento de controles, tanto de día como de noche, mediante patrullas policiales que sirven para dar seguridad a los vecinos. Dicha labor de prevención en la huerta de la localidad se suma a la ya existente en el casco urbano y en las urbanizaciones, donde en las últimas semanas se han intensificado los controles de acceso, lo que ha permitido descubrir varios vehículos sin la documentación en regla, según se informa desde la Policía Local.

Situación comarcal

Reseñar que este problema de inseguridad ciudadana no se da sólo en Rojales, ya que en los último tres meses más de 50 inmuebles rurales de este municipio y otros cercanos, como Callosa de Segura, Almoradí, Dolores, Formentera del Segura o Guardamar han sido asaltadas, aunque se considera, según fuentes policiales, que el número podría triplicarse porque en la mayoría de los casos estos hechos no han sido denunciados.

Los robos rurales, además de los daños que producen en bienes inmuebles, tienen como objetivo conseguir un botín de herramientas agrícolas, animales, grupos electrógenos, motocultores, material de riego como motores y enseres domésticos.