Las Fiestas de Moros y Cristianos de Almoradí ya están en pleno apogeo y comenzaron, como nos viene acostumbrados los últimos años, con la tradicional y popular Retreta, que abre el primer día de los cinco de las fiestas patronales. Con calor, mucho calor, pero siendo este acto desenfadado el protagonista.
El pasado miércoles la calle Mayor del municipio acogió a cientos de vecinos y de visitantes dispuestos a pasárselo bien hasta la madrugada. A pesar de que el desfile multicolor diera su primer paso poco antes de medianoche, los vecinos sacaron sus sillas a la acera y disfrutaron un año más de este acto tan popular que es el mejor inicio para todos porque es un desfile plagado de color en el cual el buen humor y las ganas de pasarlo bien se imponen por encima de cualquier otra cuestión.
Calle Valencia
Cientos de personas, entre músicos y participantes en la Retreta, se dieron cita en la calle Valencia como año tras año viene siendo el punto de encuentro.
Un punto en el que todos los músicos y participantes de todas las comparsas se entremezclan. De ahí y, según el orden establecido, se encaró la marcha hacia la calle Mayor. Las luces y focos aportaban a los ya de por sí disfraces coloridos un esplendor mayor que agradeció el público.
Unas comparsas con músicos. Otras con equipos de altavoces. Las canciones más modernas se turnaban con las típicas y tradicionales de las charangas. Pero todos bailaron y disfrutaron de los cientos de metros del recorrido hasta desembocar a las puertas del Teatro Cortés. Un recorrido marcado por la gran afluencia de gente, pese a la tardía hora en que se celebraba.
Tras este desfile de desenfreno y jolgorio la marcha continuó en la Barraca de la Juventud. Allí el grupo almoradidense "Baqueta" volvió a ofrecer un concierto plagado de energía. Con esta actuación, el conjunto local, una vez más, puso su granito de arena en las fiestas.
Tras el primer día de los cinco de fiestas de moros y cristianos, ayer fue el turno de representar la historia en torno a la que gira esta festividad.
