El equipo de gobierno de Orihuela está dispuesto a casi todo para que la Cruz de la Muela no se mueva de la sierra. La alcaldesa de la ciudad, Mónica Lorente, y la concejala de Cultura, Pepa Ferrando, subieron a pie hasta esta contrucción de hierro que preside el paisaje de las montañas que rodean Orihuela para recibir a los responsables que deben evaluarla para su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).

De este modo, será más difícil quitar este símbolo religioso, tal y como pretende el abogado José Luis Mazón, quien presentó un recurso contencioso-administrativo para conseguir que la Cruz de la Muela abandone este paraje. El letrado considera que la cruz vulnera la ley, puesto que no puede haber ningún símbolo religioso en un espacio público.

Cima

Por su parte, Lorente y Ferrando se reunieron en la cima con la directora general de Patrimonio, Pilar Sirvent, y el técnico de la Conselleria Santiago Varela, así como con el concejal de Urbanismo, Antonio Rodríguez Barberá, quienes subieron en helicóptero. Los responsables de la Generalitat Valenciana "hicieron fotografías y verificaron" los datos incluidos en el expediente que el Ayuntamiento presentó para obtener la declaración de Bien de Interés Cultural. Entre la documentación que se aportó, hay un libreto que explica la historia de la Cruz de la Muela y todos los correos electrónicos y las expresiones de apoyo que el Consistorio ha recibido desde que inició en julio el proceso. El expediente se admitió a trámite el pasado 4 de agosto.

La idea del Ayuntamiento es "proteger la Cruz de las amenazas de quienes no tienen nada que hacer y se dedican a incordiar en un espacio de convivencia", explicó la concejala de Cultura, quien añadió que, si se declara BIC, será "más difícil" moverla de su sitio.