Las obras de la iglesia de las Santas Justa y Rufina "van a buen ritmo", según explicó la concejala de Cultura, Pepa Ferrando, quien señaló que el avance de los trabajos de rehabilitación permitirá abrir el templo al público "en un plazo breve de tiempo". Además, la directora general de Patrimonio, Paz Olmos, visitará la iglesia "en unas dos semanas, más o menos".

Las obras deberán finalizar en ese plazo puesto que la ejecución prevista del proyecto es de cinco meses y los trabajos en el interior del templo comenzaron a principios de mayo. No obstante, los andamios recubren la fachada del templo y la entrada y salida de obreros y maquinaria es constante.

La iglesia de las Santas Justa y Rufina estuvo esperando durante tres años a que la Conselleria de Cultura iniciase las obras después de que se produjeses desprendimientos y apareciesen grietas en las paredes principales del templo a causa del movimiento del nivel freático. Este cambio propició que la estructura cediese y que las paredes sufrieran desperfectos, especialmente la del Altar Mayor. Al inicio de las obras, la empresa constructora aún no había decidido cómo asegurar el pilotaje del templo.

Se da la circunstancia de que este templo debía haberse sometido a una restauración integral en 2002, cuando se realizaron los trabajos pertinentes para adecuar varios monumentos y obras de arte con vistas a la exposición La Luz de las Imágenes, que tuvo lugar un año después. El mal estado de la estructura de la iglesia de Santiago obligó a traspasar parte del presupuesto de las Santas Justa y Rufina al templo dedicado al apóstol, de modo que la primera de las iglesias fue objeto de un lavado de cara, más que de una rehabilitación profunda.

Cinco años después de esta primera intervención, en 2007, se produjeron varios desprendimientos que obligaron a clausurar el templo y a traspasar las misas al convento de las Salesas, ubicado a escasos metros. Además, se precintó el perímetro del edificio para evitar que algún viandante sufriese un accidentes por la caída de fragmentos de la piedra de la fachada al suelo hasta que finalicen las obras. La Conselleria de Cultura adjudicó las obras, calificadas de "urgentes", en diciembre de 2009 por 475.000 euros más IVA. La empresa ejecutora es la constructora Doalco.