La historia y la fe se dieron cita ayer en la ciudad de Orihuela para conmemorar la llegada de la bula de erección que permitió a la colegiata del Salvador convertirse en catedral hace 500 años. En un acto entrañable, presidido por el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, acompañado de representantes de los obispados de Valencia, Cartagena y Segorbe, la seo oriolana se llenó de fieles, de representantes de la sociedad local y de autoridades que quisieron vivir estos momentos y donde la música, a cargo del coro de la Camerata Nuestra Señora de la Merced de Elche, brilló a gran nivel ,poniendo un tono sacro a las obras interpretadas, que pertenecían al archivo museográfico de la Catedral.

El acto comenzó con el traslado de las autoridades religiosas desde el Palacio Episcopal a la seo minutos antes de las seis y media en un cortejo marcado por la ceremonia y la pomposidad pues acompañaban a la bula original.

Las autoridades civiles esperaban a la puerta de la Catedral la llegada de la comitiva, mientras la gente se agolpaba dentro y los sones de la campana y del órgano anunciaban la efeméride. A continuación, se leyeron las tres bulas expedidas ese día, la referente a la creación del obispado, la dirigida a Fernando el Católico y la destinada al arzobispo de Valencia, así como cuatro breves dirigidos al clero y al pueblo de la ciudad y a la Diócesis de Orihuela. También se dio lectura al capítulo y a los vasallos de la Catedral del Salvador en los que se notificaba la Creación del Obispado, la erección de la Colegiata al rango catedralicio y la unión de los obispados independientes de Cartagena y Orihuela bajo el gobierno de un mismo prelado -en aquel momento Martín Ferrández de Angulo-, al tiempo que se urgía a obedecer tales disposiciones pontificias

Rafael Palmero, en su intervención, destacó los valores artísticos y arquitectónicos de la catedral y aseguró que la vida que desde aquí se inyecta es hacia una eternidad feliz, que es lo que en realidad cuenta. La alcaldesa, tomó la palabra tras recibir el facsímil y expuso que hace 500 años Orihuela tuvo el gran privilegio de recibirla de Fernando el Católico. Del rey también dijo que apoyó la causa oriolana para solucionar la demarcación de los obispados, pacificando y adecentando la ciudad. "Hoy somos los oriolanos del siglo XXI los que conmemoramos este momento", añadió.

Todos los presentes, para poner fin al evento, cantaron el "himnus te deum" para, a continuación, acercarse el obispo hasta la imagen de la virgen y dedicarle una oración, con el fondo del coro entonando el "Ave María". Posteriormente se puso fin al acto y se sirvió un vino de honor en el Palacio Episcopal.

Facsímiles de la bula fueron entregados a la alcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente, y a los representantes de otros obispados. La regidora explicó que la misma será expuesta en la Sala del Oriol.

"Todo se ha hecho con mucha perfección y con ésta se os envía la bula de la erección para vuestra consolación"

A los amados y fieles nuestros los jurados de la Ciudad de Orihuela.

Amados y fieles nuestros: deseando mucho la pacificación y acrecentamiento de la Ciudad, al habernos tenido tanta diligencia y solicitud en hacer esta iglesia Catedral y en expedir las bulas para ello necesarias, que no se han hecho sin grandísimo trabajo y fatiga, y temiendo que no se pudiera acabar por las dificultades que había, a Dios gracias, todo se ha hecho con mucha perfección, y con ésta se os envía la bula de la erección para vuestra consolación.

Nos place que habiendo tenido efecto y porque además de ésta hay otra bula en la que su Santidad deseaba que esta Iglesia se hiciera Catedral, perpetuamente unida con la iglesia Catedral de Cartagena y que el Obispo don Martín de Angulo, que ahora es Obispo y sus sucesores, perpetuamente se llamen obispo de Cartagena y de Orihuela y porque se haga todo con mejor cumplimiento enviamos con mensajero propio la dicha bula de la unión y nueva provisión al dicho don Martín de Angulo para que la acepte; y de nuevo tome posesión y haga vicario y oficial en esta Ciudad, y todos los otros actos necesarios.

Y para que las cosas estén bien asentadas para en lo porvenir os mandamos que al procurador que ahí tiene el dicho obispo no deis ningún impedimento en la percepción y recuperación de sus frutos y rentas, antes bien, mucho mejor que hasta aquí, le favorezcáis, honréis, acatéis y hagáis acudir con todos los frutos y rentas de su mensa episcopal y a ella en cualquier manera pertenecientes.

Y será necesario que el dicho obispo haga mención de vicario general y oficial como dicho es, debéis luego reunir qué personas habrán hábiles y suficientes para semejante cargo mirándolo sin ninguna pasión sino teniendo solo respeto a la verdad y bondad a lo que cumple al servicio de Dios y nuestro y bien de esta Iglesia.

Hágase nombramiento de las tales personas y sobre esto responded con correo, que venga aprisa, para que pueda alcanzar en Valladolid a la persona que Nos enviamos sobre esto al dicho obispo.

Dado en Madrid a treinta día del mes de septiembre del año mil quinientos y diez,

Yo el Rey