La Concejalía de Obras del Ayuntamiento de Torrevieja está acometiendo unos trabajos de emergencia destinados a la evacuación de las aguas pluviales en la zona norte de la ciudad con el fin de evitar que la lluvia, aunque no descargue en cantidades significativas, inunde de nuevo la carretera de Crevillent, (CV-95), así como diversas urbanizaciones de los alrededores o los complejos comerciales que la jalonan.

A la espera de la red de alcantarillado para la citada zona, pendiente de ejecutar desde hace más de doce años, las autoridades municipales han optado por abrir estas zanjas de grandes dimensiones en diversos puntos de este tramo inundable para ver si circunstancialmente evitan que se tenga que cortar el tráfico rodado en sus viales.

Anchura

Las zanjas tienen una anchura de más de tres metros y una profundidad aproximada de dos, con lo que se considera que será más que suficiente para evitar que el agua se estanque.

Todo el casco urbano de la ciudad carece prácticamente de red para pluviales, pero mientras en la vertiente sur del municipio, aunque se inunde, las aguas pueden correr calle abajo para desembocar en el mar, en su ladera norte buscan como única salida la laguna salinera, que se encuentra situada a siete metros bajo el nivel del mar. Este es el desnivel más importante del término municipal torrevejense.

Complejos

El problema radica en que en esta amplia área, que hace veinte años era toda un campo sin urbanizar, los cauces naturales del agua han desaparecido ante la existencia de complejos residenciales y establecimientos comerciales. Donde antes había terreno baldío que absorbía lluvia permitiéndola discurrir lentamente actualmente sólo hay asfalto. El problema tiene que ser resuelto por el Consell cuando se desdoble la actual vía parque.