Nació hace siete años y fue liberada en Florida hace cinco años y cuatro meses. El ejemplar de tortuga boba que se acaba de localizar en Torrevieja ha viajado miles de kilómetros, ha cruzado el estrecho de Gibraltar y ha llegado desde el Golfo de México hasta Cabo Cervera, a tan solo tres millas de la costa. Lo cierto es que el hallazgo es todo un hito en la Comunidad y atestigua, por vez primera, las migraciones transatlánticas de esta especie. También es la primera vez que arriba al litoral mediterráneo un ejemplar con microchip.

La tortuga fue localizada hace unos días por José Luis Sober, patrón de la embarcación "Horizonte I". Este socio del Real Club Náutico de Torrevieja detectó que estaba enredada en un saco de rafia cerca de un palangrero faenando (un barco con un cordel largo del que prenden ramales con anzuelos) y alertó al "112", desde el que se activó el protocolo de actuación de la Red de Varamientos de la Comunidad Valenciana.

Una vez en puerto, el animal fue atendido por el biólogo municipal, Juan Antonio Pujol, y después fue trasladado a las instalaciones del ARCA del Mar (Área de Recuperación y Conservación de Animales del Mar) del Oceanogràfic de València. Allí un veterinario detectó "una importante herida en el paladar" de la tortuga, probablemente ocasionada por el anzuelo de un palangre, según el Ayuntamiento de Torrevieja.

Lector

Una de las pruebas que se aplicaron e la tortuga boba consistió en "pasar un lector de microchips por el dorso del animal" -semejantes a los que se colocan a las mascotas y que en este caso se insertan bajo la piel del cuello de la tortuga-, detectándose un chip en la aleta izquierda. Los técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente y el personal del Oceanogràfic se mostraron sorprendidos con esta ubicación, dado que no es habitual en España, y efectivamente pudieron "leer" en el chip que el animal había viajado desde Estados Unidos. Además detectaron una especie de cicatriz en una aleta que resultó ser una antigua marca de una anilla metálica, muy probablemente a causa de un marcaje externo que se realiza para seguir a estos animales y comprobar sus costumbres migratorias.

La información fue enviada al Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universidad de Valencia y ahora se ha sabido que la tortuga proviene de Florida, y que fue el "NMFS Galveston Laboratory" el que la "marcó" para seguir sus movimientos.

Precisamente, nació en el marco de un experimento sobre el impacto de capturas en redes de arrastre y el uso de "dispositivos excluidores de tortugas marinas" en estas redes. Al finalizar los experimentos, la tortuga fue liberada dentro de la zona de influencia de la corriente del Golfo de México, frente a las costas de Fort Pierce, en Florida, el 27 de junio de 2005.

Misión

Ahora se recupera en el ARCA del Mar precisamente de haber quedado enredada, y con esto cumple con creces su misión: evidenciar cuán vulnerables son las tortugas marinas a las amenazas humanas, entre ellas no sólo la contaminación (caso de la reciente "marea negra" en el lugar donde fue liberada), sino también a la interacción con pesquerías.