Los niños de seis colegios de Orihuela supieron ayer a qué se enfrentan los concejales de la Corporación cada vez que ocupan sus puestos en el salón de plenos del Ayuntamiento. Aunque, lejos de debatir las mociones que presentan unos y otros partidos con representación en el consistorio, los escolares reivindicaron los principios recogidos en la Convención sobre los Derechos de los Niños y las Niñas. Los pequeños que participaron en la iniciativa de ayer no serán conscientes, debido a su inocencia, de los obstáculos con los que cada día se encuentran millones de menores en el mundo a la hora de ejercer esos derechos. El hambre, la falta de educación, sanidad y de un medio ambiente sano y apto para que puedan desarrollarse son los fantasmas contra los que lucha la organización no gubernamental Unicef, organizadora del pleno, junto con el propio Ayuntamiento.

En este sentido, los alumnos de los colegios públicos "Miguel Hernández" y "Playas de Orihuela" leyeron el texto que recoge el derecho de opinión del niño. Según este precepto, los menores deben tener garantizada la formación de su propio parecer en los asuntos que le afectan, que debe ser tenido en cuenta por los adultos. De este modo, se garantiza al niño ser oido en un juicio. Por su parte, los alumnos del colegio "Jesús María" de San Isidro y sus compañeros del centro escolar de Desamparados se hicieron cargo del derecho a la Educación.Los chavales del colegio de San Bartolomé y los de Nuestra Señora del Pilar de la pedanía oriolana de La Campaneta leyeron el contenido del artículo 31 de la Convención, el que hace referencia al derecho al Esparcimiento, Juego y Actividades Culturales. Así, Unicef y el Ayuntamiento conmemoraron el Día Mundial de la Infancia que, aunque se celebra oficialmente hoy, se adelantó un día para que los escolares pudiesen ser ediles por un día dejando una imagen repetida en muchos ayuntamientos.