Tres de los perros de la protectora de animales de Callosa duermen ya con sus nuevas familias. Ayer domingo participaron en un desfile de mascotas acompañados por los casi cincuenta compañeros de albergue que viven hoy en las instalaciones de Asociación Protectora de Animales Domésticos Abandonados (APADAC). Recorrieron las calles del pueblo luciendo un lazo verde como símbolo de la esperanza por encontrar un nuevo hogar. Junto a ellos, las casi 250 mascotas de callosinos que, ataviadas con curiosos vestidos y simpáticos complementos, participaron en una jornada lúdica que se consolidará en el calendario festivo del municipio.

El sonido de una banda de percusión anunciaba pasadas las 11 de la mañana que en el pueblo se estaba celebrando algo. Caminando por las calles del centro se podía observar que el número de personas que transitaba paseando a sus mascotas era notablemente superior al de un domingo cualquiera. Todos acudían a un mismo punto de encuentro, una Avenida Constitución que estaba cerrada al tráfico y donde cientos de animales jugueteaban antes de participar en un desfile del que fueron los absolutos protagonistas.

Los primeros en abrir la cabalgata de mascotas fueron dos perros muy especiales, el que más tiempo lleva en las instalaciones de APADAC y el que entró a formar parte de esa gran familia en último lugar. A estos les siguieron sus más de cincuenta compañeros de albergue que acudieron de la mano de voluntarios que no solo los sacaron a pasear ayer, sino que son parte activa de la asociación y se encargan de su bienestar a menudo.

Asimismo, formaron parte del original desfile los más de 200 perros, gatos, tortugas, hámsteres o loros que viven con familias callosinas y que atravesaron a ritmo de charanga la calle principal de la ciudad para llegar a un parque en el que les esperaban un conjunto de actividades que dieron vida a esta pionera fiesta.

Los actos comenzaron con la bendición de los animales por parte del párroco de la localidad. Al mismo tiempo, se entregó a los dueños de mascotas un pintoresco hueso de plástico que contenía bolsas en su interior con el que la Concejalía de Sanidad quiso contribuir a concienciar sobre la importancia de mantener el municipio limpio. Mientras las animales iban siendo bautizados, algunas voluntarias de APADAC entretuvieron a los más pequeños con talleres de pintura y al poco tiempo se contaban por decenas los niños que llevaban dibujados bigotes u orejas de gato.

Del mismo modo, un grupo de inglesas, montaron un peculiar mercadillo de artículos de primera y segunda mano con el que continuaron recaudando fondos para la protectora. El broche de oro al acto lo puso el sorteo una cesta repleta de productos para mascotas y de un servicio completo de peluquería canina.

En principio, podría parecer una cifra poco significativa que se adoptara a tres de los cincuenta perros de la protectora que participaron, pero los voluntarios consideran que cuando se acoge a un animal hay que ser consciente de la responsabilidad que conlleva. Por eso es preferible que cuando alguien adopte a una mascota esté totalmente seguro, pues dicen que lo peor que les puede pasar es ser abandonados.

Aun así, confían en que haber celebrado esta actividad por primera vez en el pueblo tendrá consecuencias muy positivas para los animales de la protectora, puesto que poco a poco los vecinos van conociendo más y mejor su labor y se crea conciencia social sobre la importancia de adoptar animales en vez de comprarlos. Gracias a APADAC son más de 400 las mascotas que ya han encontrado una nueva familia.