Las comparsas de Moros y Cristianos abrieron boca con vistas a los próximas fiestas. Una escueta representación de todas las agrupaciones festeras protagonizó ayer el desfile del Medio Año Festero, que se celebra seis meses después de las últimas fiestas de la Reconquista de 2010 y a otros tantos de las de 2011.

El pasacalles lo abrió la comparsa que este año ostenta la Embajada Mora, Moros Almohábenos, a la que siguieron los embajadores del año pasado, de Moros Escorpiones. A continuación, el resto de agrupaciones del bando moro pasearon al ritmo de las marchas con paso solemne.

Las filas, algo más despobladas que en los desfiles de julio, iniciaron su recorrido en la plaza de Santiago y finalizaron en la plaza San Sebastián, como ya ocurrió en la edición de 2010.

Por parte del bando cristiano, la comparsa de los Caballeros del Oriol, embajadores de este año, encabezó las también decrecidas huestes cristianas. Los Caballeros del Tadmir escoltaron a sus sucesores y fueron secundados por el resto de comparsas que se amparan bajo la cruz. Una vez acabado el desfile, las comparsas se retiraron para almorzar y el público, formado por cientos de personas a lo largo de todo el recorrido, se dispersó.

Muchos pasaron antes o después por la feria de San Sebastián, que como cada año se instaló en la plaza del mismo nombre. Los puestos de venta de dulces volvieron a repartir bolas de caramelo, panizo, palmito y turrón.

El otro acto del Medio Año Festero que ha marcado el fin de semana tuvo lugar el sábado por la noche en el Teatro Circo de Orihuela. Allí se entregaron los premios a las filas y a los cabos que, a juicio del jurado, lo hicieron mejor en las pasadas fiestas de la Reconquista. El próximo fin de semana tendrá lugar el Mercado Medieval.