El Ayuntamiento de Orihuela se ha apretado el cinturón en 30.000 euros para ayudar con precios más módicos a los restaurantes y bares que quieran colocar mesas y sillas en la calle para, de este modo, beneficiar a sus clientes fumadores, que desde la entrada en vigor el 2 de enero de la Ley Antitabaco habían dejado de acudir a los establecimientos.

El edil de Hacienda, Antonio Lidón, explicó ayer que la medida, de la que se benefician alrededor de 1.400 establecimientos (700 de ellos en el casco urbano) fue demandada por el colectivo de hosteleros y ha tenidorespuesta en el equipo de gobierno pese a "la delicada situación, pero somos una empresa y entendemos la situación por la que están pasando", dijo el concejal.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Hosteleros, Raúl Pérez, quién agradeció la ayuda, que supone reducir al 50% la tasa, aseguró que, en contra de lo que dice el Gobierno, casi tres meses después de la entrada en vigor de la ley, no han notado repunte alguno, "aunque es cierto que los ciudadanos, que no tienen otro remedio, se están acostumbrado", como también ellos porque los movimientos que nacieron entre este sector empresarial, a raíz de la ley y para que ésta quedara sin efecto, se han diluído como un azucarillo en el café.