Vive en una de esas casas de planta baja tan características de la comarca. En ella vivieron también sus padres. Es José Rocamora, alcalde de Granja de Rocamora, poco más de 2.300 vecinos 100 por ciento Vega Baja. Lo es desde el año 1979, primero con UCD, con el Partido Popular después. Miembro del Opus Dei desde 1967, enseña la calle que el municipio le dedicó a San Josemaría en uno de sus parques y apenas puede avanzar porque los vecinos no dejan de pararle con sus saludos.

¿Cómo llega usted al Opus Dei?

Un compañero de clase de la Escuela Agrícola de Valencia sacaba de vez en cuando un librico. Era "Camino". Me impactó. Después me gustó el ambiente en sus centros. El Opus Dei, lo vio su fundador Josemaría Escrivá, es la santidad en la vida ordinaria, en el trabajo, en la familia, en los amigos y en la profesión. Dios llamaba a todos los hombres a ser santos sin ser curas, monjas o religiosos. Jesús no era cura ni monje, era un hombre de su pueblo, carpintero, según la tradición.

¿Y se puede ser santo en política y más en estos momentos?

Yo creo que sí. El panorama está complicado y difícil...Pero en la decadencia del Imperio Romano, con los primeros cristianos, lo estaba más, y de ese ambiente surgieron los primeros santos.

Un miembro de la Obra no hace ostentación de que lo es, pero tampoco lo esconde. ¿Qué cree que piensan sus vecinos? ¿Le ha causado algún problema?

Los vecinos lo saben desde hace muchos años. Nunca he tenido problemas. Algún caso muy puntual... La gente siempre ha sido muy respetuosa. Yo tampoco me he valido del cargo... Mi objetivo siempre ha sido hacer el bien lo máximo que uno pueda y que no influya una cosa para la otra. Que no haya pasteleo. No hay grupitos. En Granja no hay muchos miembros del Opus. Yo voy a Murcia a un centro del Opus desde hace muchos años y otros van por otros lados. Cuando alguna vez me lo han cuestionado he dicho "Y a mucha honra. Ya me gustaría que tú también lo fueras". Pero por ejemplo, yo he ido a Madrid a hacer un retiro, hace muchos años, y he coincidido con gente que estaba en la ejecutiva federal de Felipe González... Hay gente de todas las tendencias. Yo creo que uno de los concejales que más caña me da en el pleno es o está muy vinculado a la Obra (sonríe).

¿Cree que existe una devoción especial en Granja de Rocamora hacia San Josemaría Escrivá de Balaguer y mayor presencia de la prelatura en este municipio?

Hay una gran devoción en muchos municipios de la comarca. Pero también la hay por otros santos del siglo XX, como la madre Teresa o el Padre Pío. Cada uno tiene su forma de hacer apostolado. Lo que más hay son cooperantes. Se comprometen a ayudar a cualquier obra promovida por el Opus Dei y pueden participar en los medios de formación de los que dispone. Numerarios tampoco son muchos. En el mundo unos noventa mil. En todos los municipios hay un grupo de gente, y en cada sitio pueden ser dos o tres (numerarios y agregados).

Tampoco es habitual que en un municipio tan pequeño se viva un proceso de canonización como el iniciado hace un par de años para Rebeca Rocamora Nadal.

Se ha formado un tribunal que recoge información y se entrevista con gente del pueblo. Era una chica muy alegre y simpática. Daba catequesis en la parroquia. Tenía devoción a San Josemaría -canonizado en 2002-, aunque no estaban vinculados al Opus.

¿Le gustaría que la parroquia de Granja contara con una imagen dedicada a San Josemaría?

Si no fuera alcalde..., si fuera una persona corriente, hubiera hecho la propuesta al párroco, y hubiera hecho una colecta como cualquiera que tiene devoción por un santo...

Se cuestiona el poder económico y cierto elitismo que se le presupone al Opus...

Ser de la Obra exige mucho desde el punto de vista personal. Si se quiere hacer el bien desde el punto de vista material, lo mejor es estar preparado, aunque el Opus llega a todo el mundo y hay todo tipo de gente en él.