El promotor del Hotel Fontana quiere reabrir sus instalaciones a finales del mes de julio, en torno al día 20 de ese mes, aunque la remodelación no estará totalmente concluida hasta finales de año. Las obras se han acelerado de forma evidente desde que el edificio sufriera un incendio el pasado mes de marzo en el almacén de su planta baja.

La fecha de reapertura ha ido variando desde que comenzó, tímidamente, la actuación en el inmueble en julio de 2010. En ese momento se fijó este mismo verano para reabrir, después se trasladó esa fecha a finales de 2011 y ahora vuelve anunciarse para este mes de julio.

La puesta en funcionamiento será especial porque sólo abarcaría cuatro de las seis plantas sin que quede clara la categoría con la que se va a presentar al público. Fuentes del sector hotelero indicaron que los propietarios, una inmobiliaria madrileña que levantó el edificio a principios de los ochenta y que ha mantenido su propiedad arrendando el negocio, quieren tener preparado a tiempo el edificio para alojar a una parte de los coros que lleguen al Certamen de Habaneras y aprovechar también el tirón de la demanda de alojamiento veraniego. Lo cierto es que a simple vista el reto que se ha marcado no es fácil.

Desde hace semanas el equipo que trabaja en la zona se afana por retirar escombros, renovar todas las ventanas y la instalación eléctrica y de climatización y, lo que es más evidente ahora, el acceso principal del hotel en la rambla Juan Mateo, con rampas para personas con movilidad reducida y una nueva imagen.

Durante el año que han durado las obras se ha actuado en las fachadas y el número de habitaciones se ha incrementado en 24, de las 156 iniciales a 180. El hotel funcionó como un tres estrellas desde su inauguración en 1983 para perder una en su última etapa y cerrar sus puertas y despedir a 28 empleados con una abultada deuda de sus arrendatarios en el verano de 2008.