"¿Puede un ser humano aguantar, sin parar de reír, durante 90 minutos? Puede". Es la sugerente invitación al espectáculo de Leo Harlem y Dani Delacámara, mañana en el Teatro Circo de Orihuela (22 horas, entradas de 16 a 20 euros).

Dicen que comenzó por una broma de sus amigos. ¿Cómo se inició en el mundo del humor?

La verdad es que todo empezó por una broma que me gastó Mariano el de La Salamandra, allá por 2001. Un día me dijo "te voy a poner aquí a actuar", creí que era de broma y dije "bueno, pues nada". A la semana me encontré que había hecho un cartel cojonudo y ya no pude echarme atrás. Yo por mí no hubiera salido nunca. Luego mucha gente, cuando se lo comentaba, me decía "¡si tú siempre has tenido gracia! Lo haces, si sale bien, fantástico, y, si no, es que no es para nivel profesional, sólo para Entre Amigos". Hice otras tres o cuatro cosas con él, también en el Café España, y ya luego unos amigos me grabaron en vídeo y lo mandaron al Club de la Comedia donde fui pasando fases hasta llegar a la final. Y desde ahí es donde salimos "palante".

¿Quién era Leo Harlem antes de ser tan popular en televisión?

Pues una persona normal que trabajaba de camarero en un bar, "el Harlem", en Valladolid. La diferencia es que ahora me conoce mucha más gente y mi vida laboral ha cambiado muchísimo, pero en esencia soy el mismo.

¿Escribe usted los monólogos que pone en escena?

Los guiones son todos míos. Es importante creer en lo que cuentas y el público lo agradece.

¿De dónde saca ideas, cómo sabe que la risa está garantizada?

La inspiración te puede llegar en cualquier momento, pero hay que trabajar mucho los textos antes de ponerlos en escena. Luego hay que ir probando y limando cosas. No es un trabajo sencillo.

Mencione algún tema que esté por explotar.

UffÉ La lista es interminable porque a todos nos pasan cosas todos los días. Lo interesante es que pueda dar mucho juego y ser conocido por mucha gente. No es lo mismo hablar de física cuántica que de fútbol por ejemplo.

¿Y algún asunto sobre el que nunca se permitiría hacer reír?

Hay temas como la política o la religión que no me gusta tocar. Se trata de hacer reír, no de herir sensibilidades. ¿Qué necesidad tienes tú de meterte con alguien, si puedes hacer humor con otras cosas? Hay que intentar buscar ambientes que no generen hacer humor creando tensión, personalmente no es mi línea.

¿Qué hay de personaje y qué de personalidad en su actuación?

Siempre hay algo de personaje en el espectáculo y viceversa. Depende del momento y del texto que se esté interpretando. Hay gente que me dice que soy igual actuando que fuera de escenario y gente que piensa lo contrario.

¿Por qué están tan de moda los monólogos?

Creo que porque a la gente le gusta reír e identificarse con lo que se cuenta. Los monólogos muchas veces exageran la realidad o cuentan situaciones muy cercanas que nos pasan a todos.

¿Qué le hace reír a usted?

Como a todos, muchas cosas, pero por ejemplo me gustaba mucho el humor del maestro Gila.

¿Qué van a ver los espectadores mañana en Orihuela?

Un espectáculo en el que el público lo va a pasar estupendamente. Está teniendo una aceptación enorme. En esta ocasión me acompaña Dani Delacámara que es uno de los mejores monologuistas del país. Las risas están garantizadas. Y siempre dejamos unos pequeños momentos para la improvisación.