El Ayuntamiento de Torrevieja ha rechazado pagar a un vecino una indemnización por los daños sufridos en su vehículo cuando estaba aparcado en una urbanización de la ciudad. Desperfectos que sufrió, asegura, por el efecto de las inundaciones causadas por las fuertes lluvias. En el informe municipal, en el que intervienen el delegado de Urbanismo, el jefe del área y un arquitecto técnico, se alega que la calle donde se produjeron "supuestamente" esos hechos "es privada" y se certifica con la ficha catastral. Es la calle Tajo en la Urbanización El Limonar II. "No siendo vía pública, no existe ni puede existir en el interior de la parcela ningún tipo de alcantarillado municipal", aseguran, por lo que los responsables "de mantener los sistemas de evacuación" son los propietarios.

Aunque este hecho sería suficiente para descartar la reclamación patrimonial, los técnicos se extienden en sus argumentaciones e informan que el sistema de alcantarillado de Torrevieja "es unitario, exclusivo para las aguas residuales" y no permite "verter las aguas pluviales a la red de residuales, debiendo ser dirigidas las aguas pluviales por pendiente, por la vía pública, hasta el mar". Aunque en este caso lo hacen en las salinas de Torrevieja.

Sólo 29 litros

El informe añade de forma genérica que el día en el que se produjeron las precipitaciones, en el verano de 2010, cayeron 29,5 litros por metro cuadrado, según el observatorio de la salinas de Torrevieja. Una afirmación que se sugiere en el documento como un volumen escaso de lluvia. Aunque no deja de ser una cifra relativa. El pasado noviembre se tuvieron que cerrar al tráfico hasta siete viales, algunos de acceso a la ciudad, por un chaparrón de diez litros por metro cuadrado y El Limonar se acumulan todas las aguas procedentes de La Hoya, canalizadas desde una zanja abierta junto a la CV-90. La misma área de acceso al Instituto Número 5 queda aislada del tráfico rodado cada vez que llueve.

La citada calle cuenta con tramos cerrados con vallas al paso de vehículos y con otros abiertos, sin que exista un criterio aparente que las distinga. Los daños correspondientes a esta reclamación se produjeron en uno de los tramos abiertos, en la que varios de los adosados cuentan con señal de vado municipal que supuestamente abonan su correspondiente tasa por la reserva de aparcamiento. Por lo que para este concepto y otros técnicos consideran que la calle es pública a efectos de recaudación. A las juntas de gobierno municipal llegan todos los meses numerosas reclamaciones por supuestas deficiencias en los servicios municipales que suelen despacharse, en su mayoría, con esta frase : "No existe relación de causalidad entre el funcionamiento de los servicios municipales y el posible daño causado". Como en otros casos en la nomenclatura del callejero municipal -que cuenta con más de cien urbanizaciones y una difusa distribución de viales sin recepcionar, otros privados y otros tantos públicos-, la misma denominación de calle Río Tajo aparece en otra vial situada al otro extremo de la ciudad.