La Protectora de Animales Domésticos Abandonados de Callosa de Segura (Apadac) ha denunciado la brutal agresión que ha sufrido un perro de la raza fox terrier, al que encontraron el pasado 24 de diciembre agonizando dentro de una bolsa de basura con la cadera y una pata fracturada -que ha perdido- y numerosas contusiones por todo el cuerpo. Aunque el animal se ha podido salvar y día a día se recupera en un hospital canino, la asociación ha repudiado este tipo de comportamientos y ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que salvajadas como ésta no queden impunes y se persiga a sus responsables.

Fue precisamente una de las voluntarias de la protectora la que en plena Nochebuena escuchó una especie de alaridos que parecían venir de un contenedor emplazado en la pedanía oriolana de El Badén. Al acercarse, vio pequeños espasmos que hacían que una de las bolsas de basura se moviera y, al abrirla, encontró a "Foster" agonizando. Sin pensarlo dos veces, dio la voz de alarma entre sus compañeros de la protectora y de inmediato trasladó al perro a un hospital canino emplazado en la localidad de Guardamar, con el que habitualmente colaboran.

El can, de aproximadamente un año y medio, presentaba "fracturas en la cadera, en la pata delantera izquierda, el colon obstruido por haber tragado huesos, numerosos golpes por todo el cuerpo... estaba hecho una pena", relató una de las voluntarias de la protector llamada Pilar Gomaris. Aunque en un principio se temía lo peor y pensaban que el animal no saldría de ésta, los veterinarios acabaron amputando la pata afectada y trataron las fracturas y contusiones, estabilizando su estado.

Solidaridad

Conmocionados por la crueldad de la agresión, los socios de Apadac emprendieron una campaña para recaudar fondos con los que poder pagar las operaciones y el tratamiento veterinario que está recibiendo Foster y que supera los 600 euros. En este sentido, además de encontrar ayuda entre los vecinos de la comarca, la asociación animalista ha vuelto a encontrar uno de sus mejores aliados entre la población alemana. Y es que son muchos los extranjeros afincados en la costa blanca que, además de echar una mano en las tareas de la protectora, se vuelcan haciendo campañas entre sus compatriotas cuando suceden barbaridades de este tipo. Así, gran parte del dinero ha llegado desde Alemania gracias a la difusión que se ha hecho para contar la historia de este animal.

Aunque el dinero que Foster necesitaba para poder sobrevivir prácticamente se ha recaudado ya y los veterinarios aseguran que hará vida normal, a una semana de que reciba el alta los esfuerzos se centran ahora en encontrar una familia que esté dispuesta a cuidarlo y a reescribir el final feliz que merece esta historia.

Desde la protectora piden a toda la sociedad que rechace y denuncie el maltrato y el abandono animal.