¿Estaba preparada la protesta contra Houliston o fue algo improvisado? El PP lo tiene claro y ayer, a través de su concejal Antonio Rodríguez Barberá acusó a los tres partidos que gobiernan (PSOE, Los Verdes y CLr) de participar o instigar, de un modo u otro, los disturbios que acabaron con el edil inglés abandonando el salón de pleno bajo una escolta de la Policía Local, entre insultos y carteles con la palabra "Judas". Barberá, quien llegó a pedir perdón a los ciudadanos por la imagen de incidentes e insultos que se dio al concluir la sesión plenaria (por parte del equipo de gobierno, no de ellos, dijo) mostró ayer varias imágenes, captadas desde el despacho del grupo municipal Popular, en el que se observa, minutos antes de comenzar la sesión, a varios responsables de Claro (el Partido de la Costa, al que representa Houliston) esperando a ser "colados" en el Ayuntamiento por alguien del equipo de gobierno -asegura que fue el líder de los liberales, Pedro Mancebo-. Algunas de estas personas presenciaron el pleno en un lugar privilegiado: la sala de Prensa que se habilita para medios y asesores, en la cual se puede seguir la sesión a través de un circuito cerrado de televisión. Es cómodo porque hay máquina de café, de refrescos e, incluso, se puede fumar. En la imagen aparece la mujer que fue la gran protagonista del pleno cuando, después de votar Houliston con el PP la reprobación al alcalde, se levantó, llegó al estrado de los ediles y le plantificó en pleno rostro el cartel al inglés que hasta ayer le representaba. En la imagen también aparece la edil socialista Rosa Martínez. Desde el PSOE aseguraban que ésta tuvo la mala suerte de llegar en ese instante y encontrarse con estos vecinos de la costa a los que conocía. "Simplemente los saludó", dijo un compañero de grupo. En cambio, Mancebo negó haber abierto la puerta a nadie: "Aquí, el único que ha abierto la puerta de atrás a alguien ha sido el PP a Fenoll", sin precisar a qué Fenoll se refería. Por último, Barberá reconoció fácilmente entre las personas que persiguieron al edil inglés tras la sesión, para increparle e insultarle, al número 12 en la lista a las municipales de Los Verdes, así como a dos vecinas de la partida de Torremendo -pedanía donde vive Guillén- , madre e hija, que regentan un bar y aseguró que, precisamente, "acaba de salir a concurso el contrato de una cantina y ellas participan".

Por su parte, el equipo de gobierno expresó su "rechazo absoluto a la actuación de algunos ciudadanos que increparon al concejal Houliston a la salida del pleno. Este tipo de sucesos carecen de justificación".