Cuando uno ve a un niño en patines en clase, a otro cantando a voz en grito y a unas niñas bailando en el aula puede creer que los profesores se han vuelto locos... o que está en una escuela de verano. Los pequeños no lo dudan: "¡Ojalá fuera así todo el año!". La edil de Educación, Rosa Martínez, visitó ayer las del Villar Palasí y el Fernando de Loaces (se celebran en 11 centros de Orihuela). Los monitores de Neska Kultural llevan a los niños a China o al laboratorio Da Vinci para despertar su creatividad.