Acompañar a enfermos durante su estancia hospitalaria "para que se olviden donde están". Esa es la premisa de "Hospitalitis", un proyecto de Cruz Roja gracias a la colaboración de 30 voluntarios. Así lo explicó ayer Conchi Navarro, técnica de Salud Provincial en la presentación de esta iniciativa en el Hospital Vega Baja, donde ya se puso en marcha en 2009, "aunque se abandonó sin saber muy bien por qué" relató una de las voluntarias. Es el caso de Maria Luisa Eschrich, quien colabora con Cruz Roja desde hace más de doce años, "aunque la edad ya limita un poco".

Lleva el voluntariado en la sangre, y recuerda experiencias "muy positivas" de su participación en "Hospitalitis". Paradójicamente, afirma que "muchas veces, los familiares necesitan más compañía que los enfermos", y sostiene que el secreto "más que hablarles, el buen trabajo de un voluntario es saber escuchar". La mayoría de personas que solicitan compañía "son personas mayores", aunque también "hay mucha gente joven que se encuentra sola". Todos los voluntarios han recibido un curso de formación por parte de la ONG para afrontar con profesionalidad estas situaciones, ya que "cada caso en un mundo, hay tantos casos como personas hospitalizadas".

Por otra parte, la secretaria autonómica de la Agencia Valenciana de Salud asistió al acto y afirmó que "la trasferencia prometida a las farmacias se realizó el martes, aunque puede que aún no les haya llegado". La política reconoció la "gran deuda" que han contraido, a lo que añadió que "esperamos pagar los 400 millones que faltan antes del día 13, estamos consiguiendo la liquidez para hacer frente a la deuda".