Otra vuelta de tuerca en un debate interminable. Joaquín Albaladejo, portavoz del equipo de gobierno del PP, concejal y diputado provincial, llamó ayer en más de 20 ocasiones "traidor" al edil de la oposición Domingo Soler (APTCe), al que dedicó también los calificativos de "maganto", "vago", "presunto delincuente por un delito de injurias y calumnias" o "maníaco depresivo". Todo porque el exconcejal del PP, ahora al mando de Alternativa Popular, volvió a incidir en las retribuciones económicas que percibe Albaladejo por el desempeño de sus funciones públicas.

Soler mantiene que el primer teniente de alcalde cobra 7.000 euros brutos mensuales en la Diputación y 3.000 por asistencia a órganos colegiados en Torrevieja. Mientras Albaladejo sostiene que se miente reiteradamente sobre este tema y, a preguntas de este diario, afirmó que cobra 3.020 euros mensuales por su función en la Diputación (sin especificar neto o bruto), y en torno a mil euros al mes por asistencias a órganos colegiados en Torrevieja, como comisiones informativas, juntas de gobierno o plenos. "Me tiene manía persecutoria y habla de mi sueldo cada vez que llega alguna buena noticia de Torrevieja desde la Diputación. Tiene mala conciencia, los traidores son así".

Ni Soler ni Albaladejo en este particular enfrentamiento, que también tiene su versión judicial, han avalado documentalmente sus manifestaciones a cuenta de los ya famosos sueldos. Albaladejo considera que no cobra de dos administraciones, que es uno de los diputados con retribuciones más discretas, y que durante el periodo en el que Soler fue diputado del PP cobraba un 35% más (sin concretar cifras). Empleó media hora repasando los logros de su mandato y volvió a arremeter contra éste por "no saber adaptarse a su rol en la oposición" y ser "el político más fracasado de la democracia en Torrevieja". El edil explicó que le acusan de "ponerse nervioso" cuando le nombran su sueldo porque aseguró que personas cercanas a las Fuerzas de Seguridad le han advertido de que en la calle eso podría tener consecuencias si alguien quiere arremeter contra su familia por esas informaciones.