El teniente alcalde del Ayuntamiento de Bigastro, Aurelio Murcia (UPLC), y su socia de gobierno, Charo Bañuls (PP), admitieron ayer que existen "ciertas discrepancias" entre ambas formaciones. Es por ello que continúan manteniendo reuniones encaminadas probablemente a redefinir el pacto que firmaron hace 16 meses que los aupó hasta la Alcaldía.

Murcia quiso dejar claro que por su parte "no desmiente que existan discrepancias entre ambas formaciones", pero dijo que éstas "se tratarán a puerta cerrada y al margen de la Prensa".

Por su parte, la regidora municipal quiso atajar la polémica surgida en torno a un posible desgaste del acuerdo que les posibilita gobernar la localidad y expresó que "todo transcurre con perfecta normalidad". La alcaldesa añadió que "es normal que haya discrepancias en ciertos asuntos", pero apuntó que "ni se ha roto el pacto de gobierno ni es su intención romperlo".

Las informaciones que apuntan a desencuentros entre ambos partidos surgieron en agosto cuando Bañuls reclamó tomar parte en todas las decisiones que se adopten en el Ayuntamiento que preside. Al mismo tiempo, Murcia exigía que ésta delegara su firma para que él tuviera la última palabra en las cuestiones relativas a Urbanismo, Educación y Sanidad, concejalías que gestiona en la actualidad. Murcia indicó que para el pleno previsto para anoche iba a seguir ejerciendo de portavoz del equipo de gobierno sin problemas.

Por su parte, el PSOE dirigido por el exalcalde Raúl Valerio Medina no quiso entrar a valorar el posible desgaste entre ambas formaciones puesto que es "una cuestión interna" que tendrán que resolver ellos mismos. "Nosotros seguimos vigilando la gestión municipal como lo hemos estado haciendo hasta ahora y no vamos a valor si hay o no desavenencias entre ellos", expresó. De igual modo, Medina valoró que las relaciones entre gobierno y oposición "son malas desde hace tiempo", y apenas reciben ninguna llamada del equipo de gobierno.