Más ruido que nueces. El primer -y quién sabe si último- debate entre tres de los cuatro candidatos a presidir el Partido Popular de Orihuela (el cuarto, José Manuel Juan Igualada se excusó y no asistió) tuvo ayer como escenario "neutral" los micrófonos de la Cadena Ser y ofreció bien poco para ayudar a los indecisos (el partido tiene más de 7.000 afiliados) porque cada uno estuvo en su papel.

Pepa Ferrando defendiendo la gestión de Mónica Lorente -tarea en la cual, en algunos momentos; Antonio Rodríguez Barberá, quien le reconoció grandes aciertos-; y con un Emilio Bascuñana que estaba al acecho de puntualizar cualquier cosa. Así las cosas y a una semana vista de las elecciones en el Partido Popular todo el mundo sigue haciendo sus cábalas y nadie duda que, al final, habrá algún pacto entre los candidatos para unir fuerzas. Ellos, mientras tanto, se dedican a hablar con los vecinos que les tienen que dar o no su voto porque lo que ninguno de ellos dudaba y por eso no lo discutieron a lo largo de la hora que duró el debate, es que tras el cargo de presidente del Partido Popular, probablemente, pueda llegar el de candidato a alcalde en 2015, pero eso es otra historia... por el momento.