Un concejal del Partido Popular (PP) de Orihuela descubrió recientemente a miembros de la brigada municipal remozando las instalaciones de la asociación de vecinos de Correntías, que están situadas en una ermita que es de su propiedad; es decir, ni es de la iglesia ni tampoco pública. La portavoz del PP, Mónica Lorente, denunció ayer no tanto el fin de estos trabajos, que es el mejorar una instalación que da servicio a vecinos, sino el hecho de que la responsable de Infraestructuras, Antonia Moreno (PSOE), los haya autorizado sin que exista, asegura, un solo documento registral en el Ayuntamiento que les dé soporte; es decir, ha tirado por la calle de enmedio. La concejala del PP, Pepa Ferrando, añadía ayer una coincidencia con esta pedanía, como es el hecho de que un concejal del equipo de gobierno, Carolina Gracia, es vecina de la misma. El PP no necesito más para denunciar esta supuesta irregularidad.

La ermita vecinal da soporte a buena parte de la actividad social de esta pequeña pedanía que carece de una instalación municipal para reunirse o llevar a cabo cualquier reunión. Los trabajos de mejora se estaban realizando en la parte superior del inmueble, donde está en salón de actos, así como en la escalera de acceso.

La socialista Antonia Moreno, a preguntas de INFORMACIÓN, no tuvo problemas en admitir que los trabajos se habían hecho por personal municipal, "han sido cuarenta metros cuadrados y se han gastado un par de botes de pintura, pero existe un informe municipal. La señora Lorente debería recordar que estamos hablando de la única pedanía que carece de un local municipal por lo cual que el Ayuntamiento gaste unos kilos de pintura y unas horas de trabajo de su brigada no tendría que parecerle tan grave".

Respuesta

Moreno esperaba ayer la pregunta porque los trabajadores, cuando fueron descubiertos en plena "faena" y supieron que les estaban fotografiando dieron parte a Moreno. Ésta sospechaba que el pasado miércoles el PP le iba a sacarle los colores en el pleno por esta cuestión. Así que tenía una batería de defensa cargada al socaire de trabajos que Lorente autorizó en 2010 siendo alcaldesa y en diversas pedanías, pero que tenían de beneficiario a iglesias y ermitas propiedad del Obispado.

Así, la socialista relató los trabajos de pintura en la fachada de El Mudamiento; la colocación de citas antideslizantes en El Escorratel; la reparación de goteras y desagües en la ermita de San Antonio de Padua, en el barrio de Capuchinos; la pintura en la ermita de El Pilar, en el barrio Nuevo; el remozado de la fachada de la ermita de la Media Legua; y la reparación de goteras y reposición del pavimento en la ermita del Sagrado Corazón de la carretera de Hurchillo. Sin olvidar la pintura y jardinería realizada en el Cuartel de la Guardia Civil.