El CHAPARRÓN de los dos últimos días ha dejado una llamativa capa de polvo en coches y fachadas de edificios. Un fenómeno que no se observaba desde hacía años. Ayer a primera hora muchos conductores se apresuraban a lavar los vehículos. Poco después comenzó a llover de nuevo. Los lavaderos van a hacer negocio en los próximos días. Aunque mejor esperar a que despeje.