"Nos han vuelto a tomar por tontos. No habrá tercera vez". Esa es la conclusión a la que llegó ayer buena parte de la plantilla de la Policía Local, convocada en asamblea a mediodía, para informar de que las negociaciones para solucionar el conflicto laboral que arrastran con el Ayuntamiento se han roto por segunda vez. Cuatro de los cinco sindicatos con representación en la junta de personal informaron a una asamblea compuesta por 80 agentes -la plantilla tiene 170- de que la última propuesta presentada por la Concejalía de Personal y los técnicos de recursos humanos es inasumible. Además, la mitad de los presentes firmaron un escrito en el que exigen, de nuevo, la dimisión del concejal de Seguridad Eduardo Gil Rebollo y la provisión de una plaza de intendente general, cargo por encima del que ejerce el actual intendente principal. Los sindicatos identifican el conflicto laboral con la negativa de este mando a aceptar sus propuestas por ser "ilegales".

Todo el conflicto tiene su origen en la aplicación de las 1.664 horas anuales de trabajo, 37,5 semanales que ha decretado el Gobierno central. Horario que tiene una aplicación relativamente fácil en el caso de otros sectores del funcionariado pero es más compleja para el trabajo policial. Los sindicatos quieren que se mantenga el turno de 7x7 -siete días de libranza y siete de descanso- y consideran que es compatible con la ampliación horaria porque los agentes de Torrevieja realizan 63 jornadas nocturnas anuales, cuando el límite habitual es de 50. Además proponen que la adopción de ese horario sea voluntaria y que si otros agentes quieren adoptar modelos propuestos por la jefatura lo hagan. Los sindicatos -ayer no hubo versión municipal oficial- dicen que el alcalde Eduardo Dolón (PP) se mostraba en esta nueva fase de reuniones a favor de mantener el 7x7 pero ha cambiado de opinión. "Lo que era legal un día ya no lo era al siguiente", explican. El jefe de Recursos Humanos, el edil Gil y el intendente sostienen que la aplicación de la ampliación solo puede lograrse con un sistema de 8x6 -ocho jornadas de trabajo y seis de libranza-. Mientras no se alcanza ese acuerdos se ha impuesto un 5x2 que ha generado un auténtico caos en la organización policial, algo que reconoce hasta la cúpula de mandos y que además obliga a los agentes a trabajar 93 noches al año.

Zanjado

Parte de la plantilla se siente doblemente engañada puesto que el Ayuntamiento ya rompió un principio de acuerdo que estaba prácticamente cerrado hace unas semanas. "Engañados", dicen, porque el primer edil con el reinicio de las negociaciones logró desactivar la movilización convocada por los agentes para el pleno ordinario incluso asegurando que el conflicto "estaba zanjado". "No nos van a volver a engañar", advierten las mismas fuentes que aseguran que las medidas de presión van a ser más contundentes.