Ya no saben cómo llamar la atención de los responsables autonómicos de la Conselleria de Educación pero no van a parar hasta conseguir un nuevo centro escolar. La Asociación de Madres y Padres (Ampa) del Colegio Príncipe de España de Rojales protagonizó ayer el supuesto entierro de su centro que ha "muerto por la dejadez de las autoridades competentes", señalaba la esquela.

Los padres y madres, docentes y alumnos de este centro, el único que tiene el municipio, se han manifestado en diversas ocasiones porque el edificio tiene 43 años y numerosos desperfectos lo que provoca que los escolares "corran peligro cada vez que van a clase". Llegaron a cortar el municipio por tres lugares con la participación de centenares de personas e incluso, durante las fiestas de Carnaval, parodiaron la construcción de un nuevo centro escolar ataviados con vestimentas de albañil, electricista, fontanero e incluso portando muchas de las herramientas. Sin embargo, al no haber obtenido ninguna respuesta de la Conselleria de Educación, la asociación de padres convocó este entierro que comenzó con una marcha silenciosa con el ataúd del Colegio Príncipe de Asturias y decenas de personas entre las que se encontraban padres, alumnos y profesores todos vestidos de riguroso luto. Esta marcha partió desde la Plaza de la Iglesia hasta la puerta del cementerio donde se leyó un manifiesto anunciando que el centro había llegado a su fin "porque en el estado en el que se encuentra no podía continuar".

La presidenta del Ampa, Soraya Fernández, criticó que el director territorial de Educación Rafael Carbonell, se comprometió el pasado 20 de febrero a dar respuesta a este asunto en menos de un mes "y aún la estamos esperando". En este sentido, declaró que el responsable de Educación tampoco ha respondido a las llamadas del equipo de gobierno rojalero ya que ha intentado ponerse en contacto con Carbonell en numerosas ocasiones "y no lo ha conseguido".

Fernández manifestó que "no podemos continuar así" y recordó que se han producido numerosos desprendimientos de cornisas, las tuberías son de plomo, hay una fosa séptica en el patio, la instalación eléctrica está anticuada "y no hay ni salida de emergencia". En definitiva recalcó que "el colegio se cae a pedazos" y desde Conselleria "no hacen nada para arreglarlo por lo que el Ayuntamiento tiene que estar parcheando un edificio que tiene demasiados años como para acoger a 700 alumnos".