Dos caballos desatendidos en condiciones insalubres. Los vecinos de la calle Vía Crucis de Callosa de Segura alertan de la existencia de dos corceles que han estado amarrados en una casa en estado de ruina. Aunque aseguran que varios hombres les proporcionan alimentación todos los días, los lugareños denuncian que están medio abandonados y que nadie se ha ocupado de limpiar el habitáculo, donde se acumulan las deposiciones de los animales. Hace pocos días los supuestos dueños los trasladaron al exterior de la vivienda y, hoy por hoy, permanecen junto a la Sierra municipal y a pocos metros de las casas de múltiples residentes.

Por extraño que parezca, la vivienda en la que han permanecido los dos caballos se encuentra muy cerca del casco urbano del municipio. En concreto, en la calle Reina María Cristina, el vial más cercano a la falda de la Sierra de esta localidad. En este lugar existe una hilera de casas que están deshabitadas desde hace meses debido a que apenas se mantienen en pie. Muchas de ellas son de propiedad municipal.

Relinchar

Una vecina que reside en la calle paralela a la que se encuentran los animales cuenta que conocieron de su existencia hace unos 15 días, cuando los escucharon relinchar. Tras ver el estado en el que se encontraban los dos caballos, dio parte a la Policía Local y a la comandancia de la Guardia Civil ubicada en el municipio. También avisaron al Seprona. La residente relata que los dueños de los caballos, tras ser requeridos por los agentes para presentar la documentación para demostrar que los animales son de su propiedad, decidieron cambiarlos de lugar y los ubicaron a pocos metros de esa casa, en un espacio al aire libre junto a las faldas de la montaña. Alegan que el propietario de este terreno les permite utilizarlo a tal fin, pero hasta ahora nadie ha podido comprobar si tienen permiso.

Los residentes critican que en los alrededores de la vivienda donde han estado los animales el hedor es molesto puesto que las defecaciones de éstos se acumulan y la presencia de insectos es constante. Además, dicen que los dueños de los corceles no los tratan del todo bien y no le prestan los cuidados necesarios. El edil de Policía, Gaspar Serrano, explicó ayer que el caso está en manos del Seprona, que tiene que comprobar ahora los "chips" identificativos de los caballos. Aseguró que los dueños han presentado toda la documentación requerida por los agentes y que será la Benemérita la que decidirá qué hay que hacer ahora.