La decisión del concejal Manuel Gallud de trasladar el mercado semanal de los martes al barrio de la Ocarasa después del verano ha dividido a los principales afectados: los mercaderes. Muchos vendedores respaldan la medida y la ven como la única salvación al mantenimiento de esta actividad; sin embargo otros, cansados de cambios, sostienen que están muy "cómodos" en el recinto de Los Huertos -donde actualmente se ubica el zoco- y no quieren regresar al centro urbano.

Los que están a favor del traslado explican que desde que el mercado se ubica en el recinto ferial, "hemos perdido mucha clientela". Según comentan, son muchos los vendedores que se han dado de baja por ese motivo, "porque pierdes más dinero pagando las tasas que lo que ganas instalando el puesto". De hecho, gran parte de los mercaderes aseguran que "nos íbamos a dar de baja, pero con el anuncio del traslado nos lo estamos pensando" a lo que añaden que "si no sale adelante la medida no renovaremos la licencia con el Ayuntamiento".

Los comerciantes explican que cuando instalaban sus puestos en el barrio de Las Monserratinas, "teníamos clientes hasta las dos del mediodía o incluso las tres mientras que ahora muchos recogen el tenderete a las doce o poco después". En este sentido, indican que "no tiene sentido venir hasta Orihuela para tener el puesto abierto dos horas y luego irse".

La huida de algunos mercaderes por la falta de clientes, es precisamente uno de los hechos que permiten el traslado del mercado hacia el barrio de la Ocarasa porque, según señaló Gallud, el zoco cabe en esa zona al ser menor el número de vendedores. Sin embargo la idea aún está en el aire ya que no todos los afectados acogen la medida de la misma forma porque consideran el recinto de los Huertos "un espacio cómodo para trabajar".

Los que están en contra del traslado argumentan que el mercado actualmente cuenta con mejores accesos "y con más espacio para aparcar". Estos vendedores son conscientes de que han perdido muchos clientes residentes en Orihuela "pero ahora viene mucha más gente de pueblos de alrededor porque pueden aparcar el coche ya que hay una gran zona de aparcamiento". Respecto a este asunto indican que para ellos el estacionamiento también es mucho más sencillo "porque aparcamos al lado del puesto y podemos sacar y meter la mercancía rápidamente". Hecho que valoran mucho más "los días que llueve que podemos recoger rápidamente". Además de defender que se encuentran más acogidos ante las inclemencias meteorológicas, sostienen que trasladar el mercado "beneficiaría solo a unos pocos". Así, indican que, como ocurría en Las Monserratinas unas calles suelen ser más transitadas que otras por lo que al final "la gente va a los mismos puestos mientras que aquí todo está más junto y los clientes pasan por todas las calles".