Los callosinos y callosinas ya están en fiestas. Cientos de personas participaron ayer en la tradicional subida del Farolico de Venancio, el acto que cada año supone el pistoletazo de salida para la celebración de los festejos patronales en honor a San Roque y de Moros y Cristianos.

El desfile arrancó ayer desde la Iglesia Arciprestal de San Martín con la participación de las Majas de las Fiestas, autoridades municipales y dos de los protagonistas de la jornada: el Niño Venancio, que este año es representado por Manuel Guillén; y la Niña Peregrina, cargo que ostenta Edurne Alfonso.

Como cada año, los montañeros del Centro Excursionista fueron los encargados de subir el farol hasta el picacho de la Sierra.