Acció Cultural del País Valencià (ACPV) acusó ayer a la Delegación de Gobierno en la Comunitat Valenciana de «censurar la libertad de expresión» al prohibir la celebración de la cadena humana «Per la llengua i la llibertat» en las localidades de Guardamar del Segura y Vinarós y anunció que mantendrá su iniciativa prevista para hoy con un acto simbólico que se celebrará al otro lado del río Sénia, en territorio catalán, como «cadena humana valenciana en el exilio», informó Europa Press en un comunicado.

Así lo anunció después de que la Delegación del Gobierno rechazara la celebración de esta iniciativa por no haberla comunicado en plazo en el caso de Guardamar y en el de Vinaròs (Castellón) al apreciar «peligro manifiesto para la integridad física de los manifestantes».

Según informó la entidad, a la cadena humana de Guardamar estaba previsto que se sumaran vecinos de Crevillent y Elche. En el mismo acto se iba a realizar una concentración en la Plaza Jaume II, en el monumento a la cultura y lengua común. En la comunicación, con fecha del viernes 6 de septiembre y firmada por un representante del Casal Jaume I de Crevillent-ACPV, se hacía constar la intención de la entidad de realizar una cadena humana «valenciana» para la «reivindicación del valenciano, lengua común y compartida con Catalunya y las Islas Baleares, como lengua vehicular en todos los ámbitos de la administración pública y, además, expresar de manera pacífica y alegre la necesidad de profundizar en el autogobierno de los valencianos».

En la resolución denegando la petición, el subdelegado del gobierno en funciones, dispone que, a raíz del escrito recibido, se considera «no comunicada» la reunión ya que el plazo previsto en la legislación «ha sido notoriamente incumplido» y añade que no se acredita por la persona física que realiza la comunicación la representación «que dice ostentar».