El Ayuntamiento ha decidido enterrar los restos arqueológicos hallados hace unos años en la parte superior de las Eras de la Sal porque habilitar la zona para que estuvieran al descubierto y fueran visitables no era posible técnicamente y presentaba problemas de seguridad, según aclaró el alcalde Eduardo Dolón Alguno de estos restos se hallan a cinco metros de profundidad, otros, más modernos, a tres. Hasta hace unas semanas esa zona permanecía cubierta por vegetación con indicaciones de donde se hallaban los restos. Las obras de reordenar y limpiar las Eras de la Sal han actuado en esta zona con la colocación de una manta geotextil antihierba para evitar el crecimiento de maleza. Sobre ese recubrimiento se ha ejecutado un «jardín seco» con césped artificial de colores verde y azul y grava blanca delimitadas por traviesas de madera. La actuación se completa con la plantación de varias palmeras en el centro. El informe técnico que avala la protección arqueológica -con restos de la actividad industrial del siglo XVIII- nunca se ha dado a conocer y, según la Conselleria de Cultura, está en el Ayuntamiento. D.P.