El alcalde Eduardo Dolón admitió ayer que el Ayuntamiento es consciente del lamentable aspecto desde un punto de vista de la imagen turística del municipio, que presenta la sede histórica de la administración de las salinas, en las Eras de la Sal. El municipio no cuenta con recursos financieros ahora para rehabilitarlo. El edificio, como publicó este diario, ha sufrido desprendimientos y algunas estancias están llenas de escombro, aunque la estructura no correría peligro.

El proyecto de rehabilitación supondría la inversión de más de medio millón de euros como mínimo. De momento, el primer edil anunció que tras la remodelación de la zona del intercambiador de autobuses va a encargar a la Concejalía de Obras la redacción de un proyecto de remodelación del resto de la Eras de la Sal, empezando por el citado inmueble, datado a mediados del siglo XIX y uno de los de carácter civil más antiguos que se mantiene en pie en la ciudad. Esa remodelación contemplaría además prolongar el caballete de la sal hasta la avenida de Gregorio Marañón, en la zona superior del recinto, a la altura de la calle Patricio Pérez. El objetivo de sería que los turistas pudieran visitar sin cortapisas el principal espacio histórico local, el que desde el siglo XVIII acogió la actividad de la industria salinera. Todo el recinto se puede contemplar ahora solo bajo demanda por grupos reducidos organizados por la Concejalía de Turismo.

Pero en esa idea y su presupuesto, también se incluiría, la remodelación del espacio que acoge el Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía, con la construcción de unas gradas y rehabilitación de sus singulares muros, entre otras dependencias. El Ayuntamiento no tiene fondos ni tan siquiera, en estos momentos, para plantearse la retirada de la gran lona que cubre la fachada principal del edificio que da al paseo Vista Alegre y a la oficina de turismo del antiguo Miramar, muy deteriorada y que además contrasta con lo que anuncia: la construcción inminente de un Museo de la Mar y de la Sal que prácticamente se ha descartado en esta ubicación. El equipo de gobierno tuvo que modificarlo ante la aparición de restos arqueológicos y a la hora de abordarlo ya con esa variación se quedó sin fondos. Ahora, este museo, que recoge la historia y cultura local sigue ubicado en unos locales alquilados desde hace 15 años en la calle Patricio Pérez de forma «provisional», como anuncia el cartel de bienvenida.