En mitad de la sesión plenaria celebra ayer, policías y los trabajadores de la limpieza se quitaron las camisetas después de una concentración previa en la Plaza de la Constitución. El regidor ordenó a los efectivos que estaban de servicio que los desalojaran de la sala. No tuvieron que hacerlo porque accedieron a vestirse y sentarse entre el público, aunque instantes después la esperpéntica situación se volvió a repetir de nuevo y volvieron a quedarse con el torso desnudo. El alcalde ordenó otra vez que fueran expulsados y, ante las dudas iniciales de los agentes de servicio, clamó que era una orden y que los echaran, tras lo cual abandonaron la sala de forma pacífica.