El alcalde Eduardo Dolón (PP) aseguró ayer que el Ayuntamiento está preparando un pliego de condiciones para adjudicar por concesión la instalación de aseos públicos en las principales zonas paso de peatones de Torrevieja, sobre todo en los paseos marítimos. El primer edil hizo este anuncio en declaraciones a Radio Orihuela Ser. Fue la primera pregunta que recibió por parte de un vecino de Torrevieja.

Aunque pudiera parecer una cuestión de la gestión municipal secundaria, la carencia de este servicio genera quebraderos de cabeza a Dolón, sobre todo cuando acude a algún acto público en el centro de la ciudad o su fachada marítima y es abordado por algún paseante, tal y como reflejó este diario el pasado mes de marzo.

Aseos químicos

Solo el paseo del Dique de Levante en el Puerto cuenta con aseos químicos portátiles. El Ayuntamiento los instaló, con autorización de la Generalitat -el Puerto es competencia de la administración autonómica-, porque este paseo cuenta con más de un kilómetro y medio lineal, sin establecimientos como bares y cafetería que suplan la falta de aseos.

Estos sanitarios, aunque son revisados de forma periódica, presentan un estado lamentable. En las playas, que cuentan certificaciones de calidad -abonadas a empresas auditoras por el municipio- y banderas azules, solo hay instaladas varias casetas de madera con aseos disponibles de mediados de junio a septiembre y en horario de atención del servicio de vigilancia de Cruz Roja. La adjudicación por concesión que citó Dolón, de cuya licitación no existe constancia en el perfil del contratante de la web municipal a día de hoy, permitirá al municipio rebajar el nivel de protesta por esta carencia protagonizada, sobre todo, por personas mayor y denunciada desde hace años por los partidos en la oposición.

Torres de diez alturas

Por otra parte, el alcalde evitó pronunciarse sobre el gran impacto visual de las dos torres de diez alturas que se están terminando de construir al sur del término municipal, en primera línea de playa, en la zona de Rocío del Mar y cala Piteras, y muy cerca del palmeral protegido de Ferrís. Las edificaciones, que un vecino tachó de «criminales» en su intervención radiofónica, rompen el modelo de construcción en horizontal, de no más de 7 alturas, que caracterizan el litoral de la ciudad. Dolón se limitó a señalar que son legales y están permitidas por el PGOU y que es ahora cuando los constructores optan por redistribuir sus proyectos añadiendo alturas, aportando como compensación zonas comunes en los aledaños, como ha ocurrido también en La Mata.