El certificado de la «Q» de calidad turística que permitió a Chiringuitos del Sol ser la única empresa que cumplía con el pliego de condiciones para adjudicarse el servicio en las playas de Orihuela se obtuvo con una auditoría que duró tan solo dos horas. Así lo aseguran a INFORMACIÓN dos extrabajadoras de la mercantil que estuvieron presentes en dicha inspección, que se realizó en el establecimiento de Cabo Roig durante la primera quincena de octubre de 2012, en temporada baja y con una cita previamente pactada. La concejala de Playas, Martina Scheurer (Los Verdes), admitió esta semana que la decisión de incluir esa cláusula en el contrato de concesión del servicio de playas fue suya. Justificó esta medida alegando que el Ayuntamiento disponía de otras acreditaciones similares y entendía que para garantizarlas era necesario que los chiringuitos también las tuvieran.
Para que un establecimiento pueda obtener la «Q» tiene que iniciar un proceso que se gestiona a través del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), que una vez que valora que el negocio cumple una serie de condiciones previas, deja en manos del interesado la selección de la auditora que certificará la calidad del servicio entre un grupo de siete empresas colaboradoras.
Según el relato de las exempleadas, la inspección se realizó en la primera quincena de octubre, la última de la temporada en la que tienen autorizada la actividad, cuando ya no había gente en las playas y el volumen de trabajo desciende de forma muy considerable en comparación con los días de temporada alta. Una de las extrabajadoras cuenta que la empresa la instruyó durante cerca de una semana para que aprendiera con exactitud qué tenía que decir en cada momento y para que pusiera al día hasta el último detalle sobre los registros internos de sanidad, higiene y limpieza. La exempleada, que prefiere no revelar su nombre, mantiene que la auditora que examinó durante dos horas el chiringuito de Cabo Roig fue exigente y revisó todos los parámetros previstos, si bien pone en entredicho la autenticidad del resultado de esa inspección porque al realizarse en temporada baja no se puede ver el verdadero funcionamiento del establecimiento y los protocolos de trabajo que siguen los trabajadores. «Todo estaba perfectamente preparado y calculado para ese día», expone la entonces camarera. Esta señala que estuvo sometida a «mucha presión» porque para sus jefes era muy importante superar con éxito esa auditoria. La extrabajadora dice que el examen se pasó con éxito y que, aunque se detectó algún fallo, el informe fue favorable a Chiringuitos del Sol.
Según los datos que se recogen en la página web del ICTE, Chiringuitos del Sol obtuvo la «Q» de calidad turística tan solo cinco meses después, el 25 de marzo de 2013, para el establecimiento de Cabo Roig. Los 11 chiringuitos restantes ligados a esta empresa e incluidos en la concesión del Ayuntamiento obtuvieron el mismo certificado el 29 de junio del mismo año, aunque no todos se sometieron a la auditoría, puesto que según indicaron fuentes del ICTE, en estos casos se realiza algún examen más en otros establecimientos de la empresa, pero no es necesario realizarlo en todos. Las siguientes auditorías también se realizaron con cita previa y en temporada baja.
La única
Chiringuitos del Sol fue la única empresa que cumplió las condiciones del pliego del Ayuntamiento para hacerse con la nueva concesión gracias a la obtención de las «Q» de calidad entre 10 y 7 meses antes de que se hiciera público el pliego de condiciones, el 31 de enero de 2014. El resto de aspirantes que se presentaron al concurso alegaron que dicho certificado no lo tenía nadie más en la provincia, solo Chiringuitos del sol. De hecho, según el ICTE, tan solo 37 negocios de la provincia disponen de esa «Q», de los que 12 son precisamente de esta mercantil, dos más de un bar y un restaurante en Torrevieja y Alicante y el resto de hamburgueserías McDonald's. En el portal de internet de esta institución se señala que para la actividad de chiringuitos solo hay certificada una empresa en toda España, ubicada en Cádiz.
En su oferta, Chiringuitos del sol pujó por hacerse con el servicio ofreciendo un canon de 360.000 euros anuales por explotar uno de los negocios más jugosos del verano, cuando el Ayuntamiento pedía un mínimo de 350.000. Entrar de forma previa a la web del ICTE pudo ser suficiente para ver que ninguna empresa más disponía de este certificado y que por lo tanto no tenía competidores y no necesitaban ofrecer un canon mayor. La adjudicación y puesta en marcha de los chiringuitos se encuentra paralizada desde que este diario hizo público que «Chiringuitos del sol» adeuda más de un millón de euros al Ayuntamiento adeuda más de un millón de euros al Ayuntamiento por el canon de Costas. Esta semana el alcalde, Monserrate Guillén (Los Verdes) se ha eximido de toda responsabilidad y ha dicho que la concesión del servicio estará en manos de la mesa de contratación que, hasta hoy, no se ha pronunciado.
