El centro de Torrevieja recuperó ayer, tras varios años de ausencia, el Desfile de Verano que tradicionalmente ponía el punto colorista al ecuador del periodo estival en la ciudad con una representación de lo más variopinto de sus manifestaciones festivas. El recorrido por la calle Ramón Gallud y contemplado por miles de personas, lo abrió el grupo folclórico de «Los Salerosos» con coreografías y charangas, seguido por la reconocida comparsa carnavalera de la Sal de Torrevieja. Fue el carnaval torrevejense el que salvó el peso de este singular desfile, con la presencia de las comparsas ganadoras de 2014 como «Puerto Rico», «Confetis y Serpentinas», «Dando Caña», «Colegio Inmaculada», «Paya´s» y «Aquí hay tomate», junto con una carroza tematizada con las Reinas Infantil y Mayor del Carnaval.

También hubo representación de la Escuela Municipal de Danza y una desigual presencia de la feria de Mayo con sus coros y sevillanas, rocieros y carretas; además de la sorprendente intervención de los gigantes y cabezudos, conocidos popularmente como «La Charamita», con su habitual desenfado y una ambientación musical de casposa homofobia, quizá no esperada por el turismo familiar que presenciaba el recorrido y que pagó entre tres y cuatro euros (hay cierta confusión con la cifra exacta) por cada una de las sillas de plástico habilitadas en primera fila para seguir el acontecimiento.

Sonó bien la banda de música de Crevillent seguida de una filá de Moros y Cristianos. La única celebración de las recogidas ajena al nutrido calendario festivo local, aunque acogidas igualmente por un público encantado con el tipismo del evento. Cerró la comitiva una carroza con las reinas de las distintas fiestas locales, una representación de las belleas del Foc de Alicante empotradas en otra carroza y la corte salinera con su Reina de la Sal, con una habanera como banda sonora.

El desfile, recuperado por las concejalías de Festejos, Turismo y Cultura, acogió a las diferentes asociaciones locales formadas por residentes internacionales como ASILA colombiana, hindúes o a un grupo senegaleses con percusión.

El Ayuntamiento no ha avanzado el coste de la organización, que contó con más de 500 participantes, que en su mayoría colaboraron de forma desinteresada. El desfile nocturno, sin iluminación extraordinaria sí contrató sonorización móvil -cada entidad iba acompañada de un vehículo con equipo de música- y la empresa concesionaria de recogida de basura cobrará un servicio extraordinario.