El juzgado procedió ayer a ejecutar un desahucio de un piso en un edificio de dos plantas con 18 apartamentos situado en la calle Ulpiano, a escasos metros de la playa del Cura. Y no será el primero porque los propietarios del edificio aseguran que todos están ocupados de forma ilegal. Al final de la mañana vivieron algunas escenas de tensión entre los residentes y el personal que cambió la cerradura. En esta construcción los propietarios invirtieron más de 2 millones de euros en 2006. La crisis económica pilló de lleno a la empresa y consideraron que los alquileres eran una opción. Ahora buena parte de los pisos ha sido allanado y desvalijado, aseguran. Cinco de las viviendas habitan familias con el alquiler impagado -350 euros mensuales- desde hace un año y el resto ha sido «ocupada» durante los últimos meses con enganches de luz y agua supuestamente ilegales. Incluso mantienen que los inquilinos desahuciados han realquilado algunos pisos con documentación supuestamente falsificada a otras familias para pasar sus vacaciones en la playa. Además del procedimiento de desahucio han iniciado otro por la vía penal. La empresa propietaria asegura que temen que los pisos desalojados vuelvan a ser ocupados. Los residentes - senegaleses, norteafricanos y españoles- mantienen una versión bien distinta y aseguran que son ellos los que están siendo coaccionados para dejar viviendas en las que residen niños pequeños y que los propietarios, supuestamente, permitieron la ocupación del inmueble con energía y suministro de agua potable de obra, es decir, sin contar con licencia de primera ocupación. D. P.
