Esta mañana estaba viendo una fotografía de una iglesia en la Vega Baja atestada de mandos de la Policía Local y de la Guardia Civil con ocasión de la festividad del patrón, aunque podría ser de la patrona y en cualquier otro municipio de la comarca, de la provincia o de España. Mandos uniformados y enmedallados que acuden a rendir pleitesía a compañeros de pueblos colidantes cuando se les cita para la misa y el vino de rigor. Así contando el número de municipios de la Vega Baja (27) y el de acuartelamientos de la Benemérita (una docena, aunque estos lo celebran todos el día de La Pilarica) me he puesto a pensar que los mandos están prácticamente un meses de una anualidad de acto social en acto social y al que no acude se le pone falta y, a veces, como venganza, no se le rinde después pleitesía ni devolución de visita. ¡Vamos, un dispendio!. Y también me preguntaba en los tiempos que corren qué sentido tiene el acudir a la misa y al vino. Si hay algo casposo y reminiscente en nuestro pasado sea este tipo de actos que debería ser en cualquier caso más civiles y menos religioso, digo yo. Pero el patrón es el patrón y nadie, ni de un color político ni de otro se le ocurre ponerlo en duda... no vaya a ser que te pongan una multa o te detengan. ¿Será por eso?